La población venezolana es conocida por su sentido de la fe incluso más allá del catolicismo y el cristianismo. El sociólogo Javier Chacín explicó que “al venezolano no lo obligan a creer. Al venezolano le apasiona tener un entidad superior en la cual creer”.
María Isabel Rangel // 2001
El también investigador indicó que la crisis humanitaria del país juega un plan importante en la práctica del esoterismo, lo cual explica el por qué este ha incrementado tanto y porque el venezolano tiene la fe alta.
“Las personas se unen a diferentes cultos religiosos porque creer en algo los motiva y les causa algún tipo de impulso para cumplir ciertas metas que se fijan. Todo apoyándolo en la fe y la admiración a este ente religioso, ya sea Dios o cualquier otra religión”, dice.
Con respecto a esto, el analista mencionó que las personas recurren a diferentes religiones o practicas espiritistas para “calmar la zozobra que les causa la crisis. Se unen a ellas ya sea para tratar de mejorar su estabilidad económica con promesas y rituales”.
La fe y más
Es por eso que Chacín remarca el aumento de la práctica de santería en Venezuela, sobre todo en la zona central del país, como Caracas, Valencia y Maracay.
El sociólogo también recalcó que el esoterismo está “tan presente” en el territorio venezolano debido a las diferentes culturas y religiones de otros países que se encuentran en Venezuela.
“El budismo y el judaísmo son religiones raras de ver en un venezolano. Sin embargo existen centros y escuelas alrededor de toda Venezuela para aquellos que están creciendo en estas comunidades”.
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