La última vez que vieron con vida a Yirbis Anaís Rangel Amundarain fue el pasado viernes 9 de julio cuando salió del sector La Esperanza, en Guatire.
Por: Crímenes sin Castigo
Abordó un vehículo Aveo propiedad de su madre con destino a la parte alta de la Cota 905, donde aguardaba su hija de seis años de edad, quien estaba en la casa de sus abuelos paternos, pues el lunes 12 emigraría a Bolivia.
Debido a los enfrentamientos entre delincuentes y funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana, los abuelos de la niña le pidieron que la sacara de la zona.
Pero Rangel nunca llegó a la casa, y desde el sábado fue reportada su desaparición.
“Nos fuimos a las sedes de las policías que actuaron en ese procedimiento, sin tener ninguna respuesta. También a los hospitales y nada. No fue sino hasta el lunes – en horas de la tarde-, cuando acudimos a la morgue y aquí nos dijeron que el cuerpo de mi hija ingresó el mismo viernes en la noche”, dijo Magaly Amundaraín, madre de la víctima.
En el informe de autopsia se afirma que la muerte fue ocasionada por “shock agudo por herida por arma de fuego al tórax posterior”.
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