El Gobierno de Estados Unidos advirtió este viernes a las empresas estadounidenses de los riesgos “emergentes” de operar en Hong Kong y sancionó a siete funcionarios chinos por su “socavar la autonomía” de ese territorio.
Los Departamentos de Estado, Tesoro, Comercio y Seguridad Nacional de EE.UU. publicaron un “aviso de negocios” en el que indican a las compañías estadounidenses de los “riesgos emergentes de sus operaciones y actividades en Hong Kong”.
Muchos de esos desafíos se derivan de la Ley de Seguridad Nacional que Pekín impuso hace un año en Hong Kong para silenciar el movimiento de protesta, así como de una nueva legislación aprobada por China para contrarrestar el impacto e las sanciones estadounidenses, explicó el Departamento de Estado en un comunicado.
“Los acontecimientos del último año en Hong Kong presentan claros riesgos operativos, financieros, legales y de reputación para las firmas multinacionales”, indica la nota oficial.
El aviso subraya que las compañías que operen en Hong Kong pueden quedar expuestas a “represalias” o sanciones de China contra aquellas empresas que respeten las restricciones impuestas en el territorio por Estados Unidos y otros países.
Al menos un ciudadano estadounidense ha sido arrestado bajo la Ley de Seguridad Nacional, y las penas pueden ser duras, señala el aviso.
Las empresas en el territorio también pueden tener problemas de privacidad en cuanto a sus datos y sufrir una “vigilancia electrónica sin orden judicial”, añade.
Además, Washington anunció este viernes sanciones contra siete funcionarios chinos que son ejecutivos de una oficina de enlace con Hong Kong: Chen Dong, Yang Jianping, Qiu Hong, Lu Xinning, Tan Tieniu, He Jing y Yin Zonghua.
Dicha oficina es, según el Departamento de Estado, “la principal plataforma de China para proyectar su influencia en Hong Kong y ha socavado reiteradamente el alto grado de autonomía prometido para Hong Kong”.
El titular de Exteriores de Estados Unidos, Anthony Blinken, dijo en un comunicado que esas sanciones responden a las “decisiones de Pekín del último año, que han asfixiado las aspiraciones democráticas del pueblo en Hong Kong”.
EFE.