Al menos 75 niños murieron víctimas de la represión militar y alrededor de 1.000 fueron detenidos arbitrariamente desde el golpe de Estado del 1 de febrero en Birmania, denunció este viernes el Comité de los Derechos del Niño de la ONU.
“Los niños de Birmania están sitiados y corren el riesgo de una catastrófica pérdida de vidas como resultado del golpe militar”, dijo Mikiko Otani, presidente del Comité de los Derechos del Niño, en un comunicado, al presentar ese balance.
Según información obtenida por el Comité, desde el golpe de Estado, “75 niños han sido asesinados, alrededor de 1.000 han sido detenidos arbitrariamente y muchos otros privados de la atención médica esencial y educación”.
El Comité “condena de manera firme el asesinato de niños por la junta y la policía” y señala que algunas víctimas fueron asesinadas en sus propios hogares, incluida una niña de seis años en Mandalay, la segunda ciudad de Birmania, que murió en los brazos de su padre después de recibir un disparo en el estómago por una bala de la policía.
También lamentó la detención arbitraria de niños en comisarías, prisiones y centros de detención militares, al mismo tiempo que denunció que las autoridades militares tomen como rehenes a niños cuando no arrestan a sus padres.
El Comité está integrado por 18 expertos independientes encargados de supervisar la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño, a la que se adhirió Birmania en 1991.
El país predominantemente budista ha estado sumido en el caos desde que los militares derrocaron el 1 de febrero al gobierno de Aung San Suu Kyi, poniendo fin a un periodo democrático de una década y desatando una brutal represión contra los oponentes. AFP