Luego de la aprobación sin enmiendas de la resolución de la UNESCO sobre Canaima, donde se le solicita al régimen de Nicolás Maduro reciba Comisión de Monitoreo Reactiva para constatar estado de valores del Sitio de Patrimonio Mundial, la reacción de la representante de la AN de Venezuela en Panamá, Fabiola Zavarce no se hizo esperar.
“Desde 2016 se ha incrementado el flujo de denuncias, pero esto es un problema ambiental, económico y social que data desde hace más tiempo, y que se ha intensificado en el último lustro. Exigimos que se permita la presencia de la comisión de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, (UNESCO), a fin de que puedan validar todo lo que allí sucede”, destacó Zavarce.
Fabiola Zavarce también indicó que “en el Arco Minero se están violando derechos colectivos e individuales de nuestros indígenas de forma criminal, irracional y atroz, solo comparable con un infierno presente en la tierra. Lo peor que puede hacerse en esta situación es callar. Por eso, queremos ser la voz de quienes no tienen voz, y llevar esta denuncia hasta el último rincón del planeta, hasta lograr detener esta barbarie y ecocidio y que se haga justicia”.
El tema del Arco Minero ha sido materia obligada en las múltiples actividades que durante todo este tiempo viene desarrollando Zavarce en Panamá en nombre del gobierno interino: Webinars para discutir la problemática a profundidad, ofrecer información a instituciones y en el ámbito diplomático sobre este grave problema, entrevistas a medios, entre otras actividades, se han enfocado en hacer visible este drama que afecta el ecosistema y la vida de pobladores e indígenas de la zona ubicada en el sur de Venezuela.
La noticia sobre la solicitud de ingreso de esta Comisión in situ llega tras años de denuncias sobre las consecuencias que ha traído la minería ilegal al ecosistema del Parque Nacional Canaima y a sus habitantes, problemática que ha cobrado dimensiones desproporcionadas especialmente desde que se puso en marcha el Arco Minero en el año 2016.
Ya en el año 2018 el Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina citaba lo siguiente: “Los trabajos de exploración y explotación mineras del Arco del Orinoco serán realizados bajo las técnicas tradicionales de exploración y explotación. Así pues, la deforestación y la quema de millones de hectáreas; el uso masivo de cianuro y arsénico; el desvío de los cursos naturales de las corrientes de agua; y la remoción de inmensas extensiones de superficie perjudicarán de manera permanente la tierra como el agua, el clima y la biodiversidad de toda la zona”.
Nota de prensa