Tras un ciclo olímpico de dominio absoluto, la venezolana Yulimar Rojas es la grandísima favorita para completar su colección de medallas con un oro olímpico, cinco años después de su plata de Rio de Janeiro. Sus primeras zancadas en Tokio-2020 serán el viernes, en la ronda de clasificación, en busca del pase a la final del domingo.
En los Juegos de 2016, Rojas tenía apenas 20 años, había ganado unos meses antes en el Mundial bajo techo de Portland (Estados Unidos) su primer gran título internacional y se perfilaba como la superestrella en la que luego se convirtió. Pero en Brasil se conformó con el segundo puesto, sin poder superar a la reina del momento, la colombiana Caterine Ibargüen.
Yulimar Rojas saltó 14,98 metros e Ibargüen, entonces vigente doble campeona mundial (2013, 2015), consiguió su primera medalla de oro olímpica al llegar a 15,17 metros.
Pero desde entonces, Rojas ha tomado el relevo respecto a su rival colombiana, que ha tenido que afrontar además problemas físicos.
La venezolana destronó a Ibargüen en el título mundial al aire libre en Londres-2017, con la colombiana plata. Dos años después, Rojas revalidó el título mundial y su rival fue bronce.
De Rio a Tokio, los tiempos de Yulimar Rojas han ido además en progresión.
En septiembre de 2019, en vísperas del Mundial de Doha, consiguió llegar a 15,41 metros, segunda mejor marca de la historia en el momento.
En febrero de 2020, justo antes del parón de las competiciones deportivos internacionales por la pandemia del covid-19, batió el récord mundial en pista cubierta llegando a 15,43 metros en Madrid.
Saltó esa misma distancia en mayo en Andújar (Andalucía, sur de España), mejorando su marca personal, que sigue siendo la segunda mejor de la historia al aire libre, únicamente superada por los 15,50 metros a los que llegó la ucraniana Inessa Kravets para coronarse campeona mundial en Gotemburgo-1995, dos meses antes de que la propia Yulimar naciera.
“Aquí estamos, después de estos dos años con todos los problemas del covid. Al final estamos aquí. Hemos llegado en muy buenas condiciones. Yuli se encuentra muy bien. Ahí vamos a la competencia, a darlo todo, a hacer lo de siempre y a tratar de ganar la medalla”, afirmó el entrenador de la venezolana, el mítico exsaltador de longitud cubano Iván Pedroso, en un vídeo difundido en el principio de la semana por el Comité Olímpico Venezolano (COV).
– Abanderada colombiana –
Yulimar Rojas llegó el pasado sábado a Tokio, después de problemas con los vuelos que le impidieron estar el viernes 23 en la ceremonia de apertura de los Juegos, donde iba a ser la abanderada de Venezuela.
“Estoy muy contenta de estar aquí en Tokio, de estar en mis segundos Juegos Olímpicos, con ganas de darlo todo y de dejar a mi país en alto“, afirmó justo tras poner los pies en Japón.
Ibargüen, de 37 años, sí que pudo estar en la ceremonia, llevó la bandera de Colombia y bailó en la pista del estadio Olímpico de Tokio, el lugar de las competencias de atletismo en pista.
“De los mejores días de mi vida. A Dios gracias”, escribió en Instagram para acompañar un vídeo con una enorme sonrisa.
La colombiana está lejos de los mejores resultados del año, pero su capacidad de lucha y su espíritu competitivo está fuera de toda duda.
En la pelea por las medallas estará también seguramente la jamaicana Shanieka Rickets que con 14,96 metros es la segunda en la clasificación del año.
La baza española será la española Ana Peleteiro, que este año fue ya plata en el Europeo en pista cubierta y que se ha formado también en el ‘Team Pedroso’, junto a Yulimar Rojas.
AFP