El presidente de la Corte Suprema de Brasil, Luis Fux, anunció este jueves que canceló una reunión que debía mantener con los jefes del Parlamento y el mandatario Jair Bolsonaro, por las “reiteradas ofensas” de este último al tribunal.
“El presidente de la República ha reiterado ofensas y ataques con mentiras sobre miembros de esta corte, y en especial contra los magistrados Luis Barroso y Alexandre de Moraes”, declaró Fux al anunciar la cancelación de la cita con Bolsonaro y los jefes de las cámaras legislativas, prevista para los próximos días.
“Cuando se afecta a uno de sus integrantes, se afecta a todos” los once miembros del Supremo, afirmó Fux, quien además apuntó que Bolsonaro sigue “divulgando interpretaciones equivocadas” sobre decisiones del tribunal, así como “insiste en poner bajo sospecha la higiene del proceso electoral brasileño”.
El claro conflicto institucional se teje desde el año pasado, cuando Bolsonaro comenzó a criticar una decisión del Supremo que reconoció el poder de decisión que los gobernadores y alcaldes tenían sobre acciones para intentar atajar la pandemia de la covid-19.
En las últimas semanas, la discordia subió de tono por una dura campaña que el presidente lanzó contra las urnas electrónicas que son usadas en los procesos electorales de Brasil desde 1996 y que desde entonces no han sido objeto de una denuncia de fraude.
Bolsonaro, sin embargo, pone en duda la transparencia de esas urnas y asegura que el juez Luis Barroso, quien además preside el Tribunal Superior Electoral (TSE), está “tramando” una trampa para las presidenciales de 2022 en favor del exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, quien lidera todas las encuestas de opinión.
Frente a la dura y sostenida campaña de Bolsonaro, el TSE abrió un proceso administrativo contra el gobernante por sus “mentiras” y “ataques” a esa institución, y además pidió a la Corte Suprema que lo incluya en una investigación sobre grupos “antidemocráticos” que difunden información falsa en las redes sociales.
Esa solicitud fue aceptada por el magistrado Alexandre de Moraes, responsable por ese proceso en el Supremo y que, junto a Barroso, se ha convertido ahora en blanco de los insultos y descalificaciones diarias proferidos por el líder de la ultraderecha.
La única supuesta “prueba” que Bolsonaro ha presentado contra las urnas electrónicas, a las que pretende incorporar además un sistema de votos por papeletas, han sido documentos del propio TSE en los que se reveló un ataque de un “hacker” a sus sistemas en 2018.
Sin embargo, el TSE reiteró que ese asunto fue investigado por la Policía Federal y que, en su momento, se demostró que el invasor accedió a sistemas generales del tribunal pero no a los vinculados al proceso electoral, que operan protegidos por otros códigos.
En un comunicado, el tribunal electoral subrayó que no se trata de “información nueva” y que todo fue debidamente esclarecido en la época en que ocurrieron esos hechos.
Aun así, Bolsonaro insistió en sus provocaciones y este jueves, al comentar la decisión de investigarlo por la difusión de falsa información, desafió al Supremo a allanar su residencia oficial.
“¿A quién van a mandar? ¿A la Policía Federal o a las Fuerzas Armadas?”, planteó sonriendo el líder de la ultraderecha frente a un grupo de seguidores a las puertas del Palacio de la Alvorada, la residencia de la Presidencia en Brasilia.
EFE