Los talibanes y las fuerzas afganas mantienen este martes fuertes enfrentamientos en al menos 11 de las 34 provincias de Afganistán, en medio de un avance sin precedentes de los insurgentes que ha puesto casi la mitad del territorio del país en disputa o bajo su control.
De acuerdo con el Ministerio de Defensa afgano en las últimas 24 horas se llevaron a cabo choques en las provincias de Nangarhar, Kunar, Logar, Paktia, Paktika, a lo largo del este afgano; en la céntrica Maidan Wardak; las meridionales Kandahar y Helmand; y las regiones norteñas de Kunduz, Baghlan, y Sar-e Pol.
Como resultado de los choques, 361 talibanes han muerto y otros 125 resultaron heridos a manos de los soldados afganos, según el balance diario del ministerio que no precisó el número de tropas o civiles muertos en estos choques.
Las victorias de los talibanes en el terreno han alcanzado ganancias sin precedentes, poniendo bajo su control seis capitales provinciales, y alrededor de 125 de los 407 centros de distritos del país, mientras que el dominio de otras decenas está siendo disputado.
En las últimas horas, el portavoz principal del grupo insurgente, Zabihullah Mujahid, ha asegurado que sus combatientes han tomado algunos puestos de seguridad, después de vencer a las tropas o de su rendición, junto a imágenes de supuestos soldados capturados, ataques, o la presencia de sus combatientes en estos puestos.
Junto a la destrucción por los ataques y bombardeos, el incremento de la violencia por parte de los talibanes ha provocado además el éxodo de familias que huyen hacia países vecinos, o hacia las ciudades afganas que son todavía relativamente seguras.
El primer vicepresidente afgano, Amrullah Saleh, ha hecho un llamado a los organismos humanitarios para atender a las familias que abandonan su casas cada día, y llegan a Kabul para vivir en las calles, dejando “escenas dolorosas” en la capital nacional.
LOS DESPLAZADOS
“Hasta el momento hemos recibido solicitudes de 17.000 familias desplazadas -unas 120.000 personas- en Kabul, provenientes de las provincias del norte y noreste del país debido a los enfrentamientos y los continuos combates”, dijo hoy a Efe Reza Baher, portavoz del Ministerio de Refugiados y Repatriación.
Estas son hasta ahora cifras iniciales y el número pueden aumentar drásticamente en los próximos días, ya que una avalancha de familias está llegando desde el norte de Afganistán a la capital, para salvaguardar sus vidas de los enfrentamientos y bombardeos.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), está “extremadamente preocupada” por la rápida escalada del conflicto en Afganistán en la última semana, que ha provocado miles de refugiados internos o que huyen hacía el vecino Irán, expresó en un comunicado.
“Muchos más civiles afganos pueden verse atrapados si no pueden escapar de esta situación sumamente volátil. Se estima que desde principios de año cerca de 400.000 afganos han sido desplazados dentro del país, unos 244.000 solo desde mayo”, aseguró.
El aumento de los desplazados coincide con un incremento de la violencia por parte de los talibanes, que tomaron ventaja de la retirada final de las tropas de Estados Unidos y de la OTAN, para endurecer su ofensiva.
EFE