Los trabajadores de la Minera Caserones, al norte del Chile, iniciaron este martes una huelga al no alcanzar acuerdos con la compañía Lumina Copper Chile, al mismo tiempo que mineros de Escondida, el mayor yacimiento privado del país, y de la estatal Codelco, continúan negociando condiciones.
“No ha sido posible llegar a un acuerdo, toda vez que la empresa ha manifestado que no tiene más presupuesto en esta negociación y, por lo tanto, no está en condiciones de entregar una nueva oferta”, informó un comunicado del sindicato de Caserones, al que pertenecen alrededor de 300 trabajadores.
Con bloqueos en diversas carreteras que conducen a faenas mineras comenzó temprano en la madrugada la huelga, en la que se demandan reajustes de sueldos y más aumentos de los bonos y beneficios a la empresa, propiedad de la japonesa compañía JX Nippon Mining & Metals.
Caserones, una cantera a cielo abierto ubicada en la árida región de Atacama, es una de las decenas de minas que hay en Chile, un país donde la extracción de minerales supone un 10 % del PIB y donde el cobre es un producto de exportación insigne.
El país aglutina el 28 % de la producción mundial del metal rojo, fundamental en la transmisión de energía, y en él operan gigantes como BHP, Anglo American, Codelco y Antofagasta Minerals, y también infinidad de pequeñas y medianas compañías.
A la negociación colectiva en Caserones se suman la de dos grandes mineras: la estatal Codelco, donde dos sindicatos de su División Andina están reclamando desde la semana pasada mejoras en sus condiciones laborales, y la de la mina Escondida, operada por la compañía australiana BHP Billiton.
Los más de 2.000 afiliados al Sindicato No. 1 de Escondida, una de las minas privadas de cobre más grandes del mundo y la mayor de Chile, votó hace una semana a favor de iniciar una huelga, pero el pasado lunes anunció una extensión de las negociaciones.
El colectivo descartó el bono de 18 millones de pesos (23.500 dólares) a cada uno de los empleados que ofreció inicialmente la compañía para evitar la paralización y exigió repartir “el 1 % de los dividendos entregados a los inversionistas extranjeros” como un bono por única vez.
Una situación similar, en 2017, paralizó la mina durante 44 días y supuso la pérdida de 110.000 toneladas del metal rojo, del que Chile es principal productor mundial, de las 925.000 toneladas que el país produjo ese año.
EFE,