Las autoridades de Ho Chi Minh, la mayor ciudad de Vietnam, anunciaron este viernes el endurecimiento de las medidas de control de la pandemia de covid-19, con la prohibición absoluta de que los residentes abandonen sus hogares a partir del lunes 23 de agosto.
Pham Duc Hai, subdirector del comité de control de la pandemia en la ciudad, afirmó hoy que ante la persistencia del virus en la ciudad a pesar del confinamiento en vigor desde primeros de julio, han decidido endurecer las medidas y exigir a los ciudadanos “que se queden donde están”, aunque no especificó la duración de la norma.
Las medidas van acompañadas de un despliegue de 10.000 soldados en distintos puntos de la ciudad, por cuyo centro circulan desde esta mañana vehículos militares, y en el aeropuerto, cuyos vuelos están restringidos.
Aunque los ciudadanos no podrán salir ni siquiera a comprar alimentos, las autoridades garantizaron que tendrán acceso al suministro, que será gestionado por el Ejército junto a cadenas de supermercado seleccionadas.
El anuncio, producido después de que ayer se batiera el récord de contagios en el país con 10.639 nuevos casos, ha provocado escenas de nerviosismo en la ciudad desde que comenzaron los rumores durante la mañana, con los supermercados atestados de gente.
Ho Chi Minh (antigua Saigón) es el epicentro de la devastadora ola de covid-19 que padece Vietnam desde finales de abril, con 164.342 contagios desde entonces sobre un total de 308.559 en todo el país.
La urbe de unos 13 millones de habitantes (aunque solo siete están censados) acumula el 80 por ciento de las más de 7.000 muertes por coronavirus en el país.
Las distintas medidas de distanciamiento social impuestas en los últimos meses han rebajado las cifras de contagios en la ciudad pero no han logrado ponerlos bajo control, lo que ha provocado la expansión del virus en las provincias aledañas de Binh Duong y Dong Nai.
El cierre temporal de fábricas y otros centros de trabajo ha provocado una gran crisis económica, con miles de trabajadores de otras zonas del país atrapados en la ciudad sin ingresos desde hace semanas y sin poder regresar a sus provincias de origen por las restricciones de movimiento.
Las autoridades tratan de paliar los problemas con paquetes de ayudas, que a menudo no llegan a estos trabajadores por no estar registrados como habitantes de la ciudad y que en muchos casos sobreviven por las múltiples acciones de caridad llevadas a cabo por empresas y personas particulares desde hace semanas.
La crisis hizo que las autoridades aceleraran en las últimas semanas el ritmo de vacunación, especialmente en Ho Chi Minh, donde casi el 70 por ciento de la población censada ha recibido la primera dosis. EFE