En un momento en el que urge la búsqueda de nuevas energías renovables para combatir el cambio climático, un equipo de investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore de California (EE UU), acaba de anunciar todo un “avance histórico” que abre la esperanza para el desarrollo de una nueva fuente de energía limpia e inagotable.
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Científicos de este laboratorio estadounidense, que opera la Instalación Nacional de Ignición, llevaron a cabo un experimento que ha logrado producir una gran cantidad de energía a partir de la fusión.
En concreto, los investigadores enfocaron su conjunto gigante de casi 200 rayos láser en un punto diminuto para crear una mega explosión de energía, de más de 1,3 megajulios, es decir, ocho veces más de lo que habían hecho en el pasado.
Aunque la energía solo duró muy poco tiempo, 100 billonésimas de segundo, este avance coloca a los investigadores más cerca del santo grial de la ignición por fusión, esto es, cuando se está creando más energía de la que se usa.
“Este resultado es un paso histórico para la investigación de fusión por confinamiento inercial”, ha asegurado en un comunicado Kim Budil, director del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore.
La fusión nuclear es vista por parte de la comunidad científica como una energía potencial del futuro, ya que produce pocos residuos y no produce gases de efecto invernadero.
Se trata de una técnica distinta de la fisión, que actualmente se desarrolla en las centrales nucleares, y donde los enlaces de los núcleos atómicos pesados se rompen para liberar energía.
En la fusión, dos núcleos atómicos ligeros se juntan para crear uno pesado. En este experimento en particular, el equipo de investigadores utilizó dos isótopos de hidrógeno, dando lugar al helio.
El profesor Steven Rose, codirector del centro de investigación en este campo en el Imperial College de Londres, ha calificado este hito de sus colegas estadounidenses como “el avance más significativo en la fusión inercial desde su inicio en 1972”.
No obstante, Jeremy Chittenden, codirector del mismo centro en Londres, ha advertido de que “convertir este concepto en una fuente renovable de energía eléctrica probablemente será un proceso largo e implicará superar importantes desafíos técnicos”, ha concluido.