Según los espectadores, el animal se desplomó a pleno medio día, cuando se encontraba jalando una carreta de frutas.
Por infobae.com
Por medio de redes sociales, se conoció el caso de maltrato animal a un caballo que perdió el aliento cuando su dueño, un vendedor de piñas en Barranquilla, lo obligó a seguir movilizando una carreta. Los testigos del triste momento, indicaron que el caballo cayó al suelo, y al parcer, empezó a convulsionar.
La primera que denunció el caso, fue la periodista y presentadora de entretenimiento Diva Jesurum, quien señaló en su cuenta de Instagram:
“La barbarie humana. Denunció públicamente el maltrato que ha venido sufriendo este animalito. Sus despiadados dueños lo llevaron al punto de que se desmayó y a esta hora se debate entre la vida y la muerte”, manifestó la presentadora del programa Expediente Final.
La comunicadora agregó en su publicación: “este video fue grabado hace 5 minutos a la altura de la carrera 38 con la 80b en barranquilla. Necesitamos medidas urgentes por parte de las autoridades. Estos criminales incultos no pueden ir por la vida haciendo daño. Ayúda por favor.”
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Sin embargo, en redes sociales también se conoció que al ver al animal en el suelo sin reaccionar, algunos lugareños le indicaron a los dueños que le dieran cerveza con sal, para que el caballo se repusiera, por lo que de ese momento, circulan imágenes en redes sociales.
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Con cerveza y sal, intentaron reanimar a cabello que se derrumbó tras ser víctima de maltrato.
El diario El Tiempo, que reportó la noticia, indicó que afortunadamente cerca del lugar que encontraba un veterinario que le pudo brindar los primeros auxilios al animal, quien perdió su fortaleza, al parecer, por las extensas horas de trabajo y el agobiante clima en la ciudad.
Posteriormente, al lugar de los hechos llegó la patrulla animal quien realizó la valoración del caballo y enseguidoa hizo la decomisación para dejarlo a disposición de un centro de protección animal de Barranquilla.
De acuerdo con el concejal Juan Camilo Fuentes Pumarejo, quien reportó la atención, desde su cuenta de Instagram, informó que junto con personal de la alcaldía de Barranquilla, se le brindó atención al agotado animal.
“Ya fue atendido! Gracias a la patrulla animal y a la policía! Este pobre caballo se desplomó, cansado, agotado, deshidratado producto del exceso de trabajo, maltrato animal, en malas condiciones!! Hacemos un llamado a @jaimepumarejoheins alcalde arranquemos las sustituciones, hagamos esto posible”, indica la publicación de Fuentes.
Otro de los más recientes casos de maltrato animal, se dio a conocer en un resguardo de perros llamado ‘Bulldog Al Rescate’, el cual tendría varios perros en pésimas condiciones, pues según la Fiscalía, Maggia Alejandra Jaramillo Posada, representante legal de esta fundación mantenía los caninos en un ligar precario.
Luego de múltiples visitas, en Ubaté (Cundinamarca), realizadas por las autoridades locales dan cuenta de graves omisiones en la mantención y asistencia de los animales, circunstancias que serían la causa de la muerte de algunos. En las inspecciones se encontraron caninos con evidente deterioro físico y deshidratación, zonas sucias, descuido en los horarios de alimentación y pulgas, entre otros factores que inciden negativamente en la salud de los animales.
Además, entre una y otra visita se detectó una disminución en el número de animales sin que existiera trazabilidad de adopciones o explicaciones sobre esas ausencias. Algunas personas que recorren el sector denunciaron lo que ocurría e indicaron que vieron a varios animales morir debido al alto grado de desnutrición y el mal estado en el que permanecían.
Bogotá comenzó a implementar la prohibición de la venta de animales vivos en plazas de mercado:
En la plazas de mercado de Bogotá y en su espacio público aledaño quedó prohibido el comercio de animales vivos, luego de que entrara en vigencia el acuerdo del Concejo Distrital 801 de 2021 con el que se vetó esa practica.
La Alcaldía de Bogotá recordó que quienes infrinjan la normativa podrían recibir una multa que oscilan entre los 244.000 y 969.000 pesos, la suspensión temporal de la actividad económica e incluso escalar hasta el cierre definitivo del establecimiento, si hay reincidencia en esa practica en la que hay maltrato animal.