El presidente del Sindicato Único de Transporte del estado Carabobo, Adolfo Alfonzo, detalló que de 1.800 unidades, apenas 180 están prestando el servicio en las calles de la Gran Valencia que comprenden los municipios Naguanagua, San Diego, Los Guayos, Libertador y Valencia.
Por Corresponsalía La Patilla
Esto significa que alrededor del 90% de las unidades de transporte público que dependen de la gasolina están paralizadas por escasez del combustible.
Manifestó que cada 10 días les permiten a los transportistas surtir el tanque de sus vehículos en la estación de servicio Big Low Center en el municipio San Diego, una de las gasolineras habilitadas para el sector transporte en la entidad.
Denunció que solo les despachan 70 litros de gasolina, a pesar de que los tanques de las unidades tienen una capacidad entre 100 y 200 litros. “Con esto se pueden realizar dos viajes largos y después hay que parar la unidad hasta que le toque el turno, porque no somos atendidos en ningún otro expendio”, explicó Alfonzo.
Aseguró que el suministro de gasoil es continuo, por lo que los vehículos que funcionan a gasoil están laborando normalmente.
Por otra parte, el sindicalista informó que desde el 1 de septiembre entraron en vigencia las nuevas tarifas del pasaje de transporte público. El nuevo precio del pasaje quedó fijado en 800.000 bolívares para el urbano, y 1.200.000 bolívares para el interurbano.
Usuarios manifestaron que el aumento del pasaje golpea su bolsillo. El bajo poder adquisitivo y la dificultad para conseguir bolívares en efectivo hacen que sea complicado cubrir el nuevo monto, por lo que muchos optarán por caminar largos trechos hasta llegar a su destino.
Wilmer Ramírez toma dos autobuses diarios para trasladarse desde el norte hasta el sur de la capital carabobeña. Manifestó preocupación porque ahora invierte 1.600.000 bolívares todos los días, cifra que representa un desajuste para su presupuesto.
“Es difícil, es rudo. Tenemos que estar zanqueando para conseguir el efectivo. Tengo que tomar un autobús desde la avenida Bolívar norte de Valencia hasta la Plaza de Toros y de ahí agarro otro autobús. Es difícil porque pega en el bolsillo. Además, hay pocas unidades y tenemos que esperar, sobre todo en semana radical”, expresó.
Yeruzka Zencle es vendedora ambulante de café y dulces. Aseveró que sus ingresos no le alcanzan para pagar el nuevo monto del pasaje, por lo que tiene que caminar aproximadamente 6 kilómetros desde el centro de Valencia hasta la avenida Lara.