Su verdadero nombre es Wolfgang Salazar, pero decidió darse a conocer artísticamente como Badsura. Hace 13 años inició esta aventura en el mundo del graffiti que despertó su instinto creativo. Desarrolló un estilo único influenciado por una inspiración que nunca se rinde a la hora expresar lo que piensa. Las paredes de Caracas se convirtieron en el lienzo ideal para reflejar un mensaje mediante colores, formas, texturas y contrastes, con una misión: Conectarnos con nuestra identidad a través de sus murales.
Por Elizabeth Gutiérrez/ lapatilla.com
Desde niño apreciaba la forma en que su madre, quien era profesora de biología, realizaba dibujos. Su curiosidad se transformó en una gran oportunidad para sacar a flote ese don especial que más adelante vincularía a cientos de personas con obras tan criollas y al mismo tiempo, innovadoras. “Empecé a investigar y sentía afinidad a cosas un poco más complicadas. Entonces, comencé a desarrollar un estilo de graffiti más orgánico que son formas con volúmenes, esferas, manejo de luces, de sombras, de color, gráfica … Tuve mucha influencia del grafiti europeo”, contó.
Como todo buen artista autodidacta, Badsura indagó una y otra vez diversas técnicas, mixturas, iconografías y evolucionó en su práctica. Impregnó un toque especial a sus murales que ningún otro grafiti posee. “Yo quería aportar otra cosa. Fui creciendo, empecé a ver las realidades del entorno, de mis compañeros, y abordé otras situaciones que permitieran que fueran un lenguaje más incluyente y no tan abstracto”, explicó.
Badsura busca representar en sus murales “quiénes somos”. Asimismo, rinde tributo a personajes emblemáticos que lo inspiran por su música, personalidad, aptitud, constancia, sonrisa, ocurrencias y mucho más. “La obra se conceptualiza en una realidad y en una problemática. Creo que allí está el punto de partida donde se vuelve perdurable en el tiempo y exitosa”, manifestó.
Ha dado a conocer su talento y experiencia en otras latitudes. Nos deja claro su sueño de construir una mejor Venezuela desde la autenticidad, el enfoque y la constante creatividad. Además, agrega que se orienta la variedad de paisajes, urbes y pensamientos para combinar el realismo, la abstracción, el cubismo y otras técnicas que permiten que cada espectador pueda escoger su parte favorita de la pintura.
“Cada mural tiene su propia característica. Sin embargo, hay algo que trato de mantener que es principalmente la línea gráfica, la estética donde me gusta mezclar diversas técnicas, y estilos para que cada quien pueda seleccionar cuál es la parte de la obra que más le gusta, pero también eso está inspirado un poco en lo que es la ciudad y en lo que es nuestro país”, resaltó.
En cuanto a sus planes futuros, nos confesó que se alista para presentar una propuesta totalmente diferente que marcará un nuevo ciclo en su carrera. “Será una gran sorpresa”, resaltó. ¿Quieres saber de qué se trata? Descúbrelo en esta conversación exclusiva con lapatilla.com