Tras un año del desbordamiento del río El Limón y algunas quebradas, en el municipio Mario Briceño Iragorry, los vecinos de La Candelaria protestaron ante los trabajos inconclusos por parte de las autoridades regionales y municipales para prevenir inundaciones en la época de lluvias.
Por: Corresponsalía La Patilla
Un muro de contención, las aceras de las avenidas y el mantenimiento en el servicio de desagüe son algunas de las obras incompletas de los entes competentes.
Efraín Arévalo, residente de La Candelaria, denunció que más de 100 casas se encuentran en condiciones deplorables, varias quedaron en un pésimo estado, las paredes se destruyeron y perdieron enseres domésticos.
Enfatizó que no todos los habitantes recibieron ayuda oficial, pues solo el 5% obtuvo los beneficios que autorizó la administración de Nicolás Maduro el año pasado. No obstante, hubo sectores del oficialismo que se aprovecharon de las inundaciones del urbanismo en septiembre de 2020 al sacar provecho de la situación.
“Hasta ahorita el apoyo de los entes gubernamentales ha sido totalmente nulo”, aseveró Arévalo.
Por otro lado, Pedro Rafael García, ciudadano de la zona, recordó que el régimen de Maduro aprobó un crédito de 450 mil millones de bolívares, así como también la entrega de materiales de construcción y productos de línea blanca. Sin embargo, aún no han sido llamados para recibir estos beneficios.
“Las personas no han sido contactadas, el crédito quedó en veremos. Hasta el momento, un año después del deslave estamos en esta situación”, subrayó García.
Ante posibles inundaciones, la comunidad hizo un trabajo mancomunado para que el río tenga un desagüe, pero los vecinos no están conformes por la inconsistencia del gobierno nacional y regional.
Otra problemática que viven las familias de La Candelaria es la falta de transporte público, debido a que las calles se encuentran averiadas y los usuarios deben caminar hasta Caña de Azúcar para poder agarrar un autobús.
“Hace como dos años estamos sin transporte público, por la situación de las calles que están averiadas a causa de las tuberías rotas de las aguas”, finalizó Alicia Arévalo.