La disrupción en todos los sectores de la economía y de la sociedad en general ha dejado de ser la excepción y se ha convertido en la regla.
Especial de Laszlo Beke
Estamos dentro de una economía rápidamente cambiante y compleja impulsada por la tecnología. Las universidades, históricamente han sido lentas en responder con adaptaciones de la curricula de acuerdo a las necesidades de la sociedad, y enfrentan ahora una realidad de cambios acelerados y de competencia de otras fuentes de formación. Las opciones educativas no tradicionales están aumentando, con particular énfasis en la formación en habilidades.
Surgen preguntas importantes: ¿Las organizaciones a futuro estarán buscando habililidades en lugar de títulos? ¿Desde la perspectiva de formación significa que efectivamente las habilidades serán determinantes y no solo los títulos académicos? No existe una respuesta única, y también hay presiones puntuales de búsqueda de personal que las organizaciones las resuelven como lo acaba de hacer Amazon ofreciendo el pago de la educación universitaria a 750.000 empleados en Estados Unidos.
Hay ciertas realidades que llaman a reflexión:
– Por octavo año consecutivo, el número de estudiantes universitarios en Estados Unidos ha disminuído y ello parece ser una tendencia.
– Es muy difícil para las universidades mantenerse al día con una fuerza de trabajo con requerimientos de conocimientos rápidamente cambiantes.
– Los trabajos y las especialidades más buscadas corresponden a roles creados los últimos cinco años.
– El conocimiento no es estático, mucho de lo que se enseña en las universidadades no tiene relación directa o relevancia con el trabajo en la vida real.
– Para muchos los costos de la educación universitaria y la dedicación de 4 años a los estudios son elementos que complican la decision de seleccionar esa trayectoria.
– El costo de la educación universitaria está menos directamente correlacionado con los ingresos potenciales futuros.
– Una situación común es que las personas completen sus estudios univeritarios y terminen consiguiendo un trabajo que no se relaciona en absoluto con aquello que estudiaron.
– La mayoría de los freelancers (trabajadores independientes) han encontrado que es más importante el entrenamiento en habilidades que tener un título universitario.
Habilidades acreditadas y experiencia
La mentalidad de aprendizaje permanente es una nueva forma de ver el mundo y existen iniciativas fuera y dentro del ámbito académico. Como ejemplo, Miami-Dade College lanzó un Programa Acelerado de Entrenamiento y de Habilidades que ganó un premio en esta área. Trabajan con diferentes empleadores y desarrollaron programas de 12 semanas proveyendo entrenamiento técnico contínuo. Las personas reciben entrenamiento en el trabajo, perciben ingresos y tienen garantizados un ciclo de entrevistas de trabajo.
La comunidad de freelancers es una de las de mayor crecimiento dentro del mercado de trabajo. Allí, el 93% de los que tienen títulos universitarios han encontrado que el entrenamiento en habilidades es más útil que un título universitario. Adicionalmente, el 70% de los freelancers participaron en entrenamiento en habilidades en los últimos 6 meses, cuándo en los trabajores fijos fue de 50%.
Inflación de títulos y brecha de credenciales
La Gran Recesión se extendió desde Diciembre 2007 hasta Junio 2009. El desempleo llegó a un pico y las organizaciones aprovecharon para contratar graduados universitarios sin tener que pagar el diferencial en sueldos.
Por supuesto, ello era válido donde el rol estaba pasando a ser más técnico. Pero los empleadores buscaban otras características como la atención al detalle, la resolución de problemas, el trabajo en equipo. Así que los empleadores utilizaron el título universitario como un proxy para adquirir ese tipo de habilidades blandas. Eso influyó para que la década más reciente fuera una de “inflación de títulos”.
El uso de ese proxy limita la escalabilidad social, pero también afecta a los empleadores quiénes eventualmente terminan pagando un diferencial de 11%-30% en sueldos, el cual no es necesariamente justificado en productividad u otros aspectos. Se había llegado al punto que ni siquiera era considerado un candidato sin título universitario y esto incluía trabajos de habilidades medias – como secretarias ejecutivas, supervisores de producción, personal de mesa de ayuda de TI.
Un 63% de los empleadores terminaron con dificultades para conseguir los empleados para los cargos medios. Hoy en día el 19% de los asistentes ejecutivos tienen un título universitario, pero el 65% de las búsquedas exigen uno, lo cual equivale a una “brecha de credenciales” de 46%. Esa brecha es de 26% para cargos gerenciales, 21% para posiciones en matemáticas y computación y 13% para cargos en ventas.
Contratar por habilidades y no títulos
Muchas organizaciones siguen requiriendo diplomas universitarios, como una señal que la persona es confiable y capaz de completar algo. Sin embargo, un número creciente de empleadores, trabajadores y grupos de entrenamiento han estado cuestionando esa ruta como el estándar para la movilidad hacia arriba. Ha aumentado la cantidad de empresas reconocidas y prestigiosas que ya no requieren un título universitario, especialmente para ciertos tipos de cargos y esto incluye gigantes como Apple, Google e IBM.
Una muestra ocurrió el año pasado, cuando Houghton Mifflin Harcourt eliminó el requerimiento de título universitario en los cargos de tecnología y el número de aplicaciones que superó el primer filtro se duplicó. Hizo algo similar en los cargos de ventas que tenían un fuerte componente de habilidades blandas. Ahora de los que pasan el primer filtro, el 11% solo tiene título de bachillerato y otro 11% certificación universitaria de dos años.
Se hace referencia a In the future, will we acquire skills, not degrees? y What if we hired for skills, not degrees?. También aparece en mi Portal https://bit.ly/3tLpHIl .