La desolación reina en el mercado municipal de Conejeros, donde los locales de mercancía seca se encuentran cerrados a causa de la crisis.
Por: Dexcy Guédez / Corresponsalía La Patilla
De los 960 locales que conforman este mercado, que antiguamente fue uno de los principales atractivos para los turistas nacionales y extranjeros, menos del 30 por ciento permanece abierto en los 26 pasillos que actualmente muestran la pesadumbre de una ruina atroz que ha venido haciendo mella en los dueños de los pequeños locales.
Los comerciantes del emblemático mercado, aseguran que desde antes de la pandemia se enfrentaban a los estragos de la situación económica que acecha al país.
Iván Márquez, uno de los fundadores de ese mercado turístico ubicado en el Municipio García, refirió que el lugar era paso obligado de quienes viajan a Margarita para visitar la Virgen del Valle, dada su cercanía.
Al mismo tiempo, lamentó que las ventas estén críticas y que la alcaldía bolivariana del municipio García, no haga nada por impulsar la llegada de turistas al lugar tan deteriorado y a merced de la inseguridad.
Igualmente, aseguró que el turismo nacional que los mantenía en permanente actividad comercial, desde hace mucho tiempo no llega. De hecho, los colombianos y trinitarios que entraban a la Isla, también dejaron de hacerlo por falta de vuelos hacia la región.
Algunos de los vendedores aseguran que pasan hasta dos meses para poder vender ropa, lencería y calzados en cantidades que les permita reponer inventarios.
Damelys Zabala, encargada de uno de los locales dedicado a la venta de ropa deportiva, aseguró que desde hace dos meses no tiene ventas para percibir ni siquiera un salario mínimo. “Si he vendido una franela en estos dos meses es mucho”, indicó.
Algunos tienen solamente mercancía vieja porque lo poco que venden los días de quincenas o fines de semana, apenas les alcanza para comer y pagar pasajes para trasladarse.
Los comerciantes de ese mercado dicen sentirse abandonados por las autoridades municipales, ya que en otras épocas lograban que ciertas operadoras turísticas incluyeran ese lugar en la agenda de los recorridos. Sin embargo, debido a la precariedad en que se encuentra, han dejado de tomarlos en cuenta.
Añoran la situación de años anteriores en la que colombianos y trinitarios aprovechaban la diferencia del cambio en la moneda nacional, para comprar mercancía y llevarla hasta sus países de origen.
Frente al anuncio de la llegada de los turistas rusos a la isla, los comerciantes de Conejeros abandonaron sus expectativas, pues saben que no les harán recorrido por el mercado.