El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, fue duramente criticado este martes por senadores tanto demócratas como republicanos por la “incompetencia” mostrada durante la retirada de las tropas de Afganistán a finales de agosto, situación que calificaron de “fatalmente defectuosa”.
Blinken compareció por segundo día en el Congreso estadounidense, esta vez en el comité de relaciones exteriores del Senado, para explicar la salida de Afganistán tras dos décadas de guerra y las escenas de caos y desesperación en el aeropuerto de Kabul.
“La ejecución de la retirada de Afganistán fue clara y fatalmente defectuosa”, señaló el senador demócrata Bob Menéndez, presidente del comité.
Menéndez cargó, además, contra la negativa por parte del secretario de Defensa, Lloyd Austin, de comparecer ante los legisladores, y exigió una “explicación completa de las decisiones” de la Administración (del presidente Joe Biden) sobre Afganistán desde que asumió el cargo en enero de este año.
“Tiene que haber un examen completo de responsabilidad”, recalcó.
Desde la bancada de la oposición republicana las críticas fueron aún más frontales.
El senador Rand Paul aseguró que la retirada fue una “incompetencia colosal”, dado que se dejaron multitud de armas y equipos en manos de los talibanes, y calificó este hecho como una de las “peores decisiones” de la historia militar estadounidense.
Por su parte, el también republicano John Barrasso aseveró que considerar como un “extraordinario éxito” la evacuación de miles de personas del aeropuerto de Kabul es “una de las mayores mentiras del siglo XXI”.
Blinken insistió en que la retirada fue la decisión correcta tras más de 20 años de presencia militar y luego de constatar el colapso del Gobierno y las fuerzas afganas que permitieron que los talibanes tomaran el control del país con gran rapidez.
En este sentido, el jefe de la diplomacia estadounidense indicó que la Administración de Biden se había preparado para los “peores escenarios posibles”, pero remarcó que “ningún” informe de inteligencia había pronosticado que Kabul caería en manos de los talibanes en apenas dos semanas.
Entre el 14 y el 30 de agosto, Estados Unidos ayudó a salir a 124.000 personas del aeropuerto de Kabul, en lo que Biden calificó como “una de las mayores misiones de evacuación de la historia”, y por el momento ha recibido a más de 45.000 refugiados afganos en el territorio estadounidense.
En medio de ese operativo, un atentado reivindicado por el EI en el aeródromo de la capital afgana el 26 de agosto se cobró las vidas de 13 soldados estadounidenses y dejó a otros 18 heridos, aparte de causar decenas de víctimas afganas. EFE