El presidente de una fundación creada por el príncipe Carlos dimitió el miércoles a raíz de revelaciones de la prensa británica según las cuales la organización aceptó cientos de miles de dólares de un donante ruso.
El Scottish Charity Regulator, organismo independiente que regula la actividad de las organizaciones benéficas en Escocia, inició una investigación después de que algunos diarios afirmaran que el príncipe de Gales había escrito una carta agradeciendo a Dmitri Leous su oferta de donar más de 500.000 libras (692.000 dólares, 584.000 euros) a su fundación el año pasado.
El heredero al trono británico habría propuesto una reunión, una vez pasada la pandemia de coronavirus, con este poco conocido empresario ruso.
Según el Sunday Times, la The Prince’s Fundation, con sede en Escocia, recibió inicialmente 100.000 libras, pero su comité de ética habría rechazado el monto total, preocupado por el origen de los fondos.
Su presidente, Douglas Connell, se mostró “sorprendido y consternado por las informaciones de prensa según las cuales se podrían haber producido actividades deshonestas dentro y fuera de la fundación”.
“Ni yo ni los demás miembros de la junta directiva teníamos conocimiento de tales actividades y pusimos en marcha una investigación rigurosa e independiente”, aseguró.
Connell, que negó cualquier infracción, dimitió sin embargo bajo presión.
Su salida se produce diez días después de que un antiguo ayudante del príncipe Carlos dimitiera “temporalmente” de su cargo de director general de la misma fundación durante una investigación sobre sus vínculos con un empresario saudí.
Se sospecha que Michael Fawcett, antiguo ayudante de cámara de Carlos, utilizó sus influencias para ayudar al empresario saudí Mahfouz Marei Mubarak bin Mahfouz, generoso donante de organizaciones benéficas vinculadas a la monarquía británica, a conseguir una condecoración, según el Sunday Times y el Mail on Sunday.
Según el Sunday Times, Mahfouz, de 51 años, fue nombrado comandante del imperio británico por el príncipe Carlos en una ceremonia privada en el Palacio de Buckingham en noviembre de 2016, evento que no fue publicado en la lista oficial de compromisos reales.
La semana pasada, Clarence House, que gestiona las comunicaciones del príncipe Carlos, aseguró que este “respalda plenamente la investigación en curso en la fundación”.
AFP