Cada rincón de Venezuela tiene una historia, una organización y muchas cosas que resolver; hoy conoceremos como se estructuró una comunidad en Chacao para lograr que sus niños sean educados.
lapatilla.com | Katerín García
En Venezuela existen infinidades de sectores populares en donde se puede conseguir de todo, bien dicen por ahí “en el barrio lo que buscas lo encuentras” y no es un dicho alejado de la realidad, hay un 80 por ciento de posibilidades de toparse con situaciones de mal proceder y desagradables por demás, sin embargo existen también miles de acciones y personas que valen la pena conocer y enaltecer.
En el sector popular, La Cruz del municipio Chacao, en el estado Miranda; la propia comunidad con un arduo trabajo ha logrado que lo bueno sea lo que predomine.
La historia de la zona
La Cruz, data de 1954 es un barrio intersticial con una topografía ligeramente inclinada que cuenta con varias veredas y una plazoleta. Se encuentra exactamente en la urbanización Bello Campo, sobre la ribera de una quebrada que fue embaulada a mediados del siglo XX y su único acceso es por la avenida José Félix Sosa.
Para entrar a este sector popular, al este de caracas, se debe cruzar un arco que demarca el inicio de un recorrido de historias.
Allí la comunidad se ha organizado al punto de detectar, por sí mismos, prácticamente sin ayuda gubernamental, los problemas que acoge La Cruz donde habitan unas cinco mil personas, creando programas dedicados al bien del sector, implementando desde medios de comunicación hasta esquemas de alfabetización en conjunto de una fundación que nació en ese mismo lugar.
La Fundación Naturarte, liderado por Roelvis Cáceres, funciona desde el seno del sector popular La Cruz desde hace más de dos años, brindándole a niños, jóvenes y adultos, la posibilidad de educarse en diferentes modalidades, desde manejo de herramientas digitales hasta cursos de panadería, pero actualmente llevan una especie de escuela de alfabetización y música, junto a otros vecinos y la federación CCN, pero no es solo una modalidad de enseñanza que tienen en esta activa comunidad; también enseñan música coral a los niños, basándose en piezas clásicas de diferentes armonías.
Entre los tres programas son unos 35 los niños y jóvenes del sector que se están formando, y funciona gracias al apoyo de los padres y representantes que mantiene una constancia , así como de empresas privadas que aportan al crecimiento tanto de la fundación como de la comunidad.
Los programas
Club de mini lectores
En conjunto han creado un club de lectura, que se aboca a culturizar y sembrar en 20 niños y jóvenes este hábito con el objetivo de hacer una generación de relevo apropiada y lista para enfrentar retos y entendiendo que es una práctica que con el pasar de los años se ha perdido, enfocan la mira en hacer que los participantes con apoyo de sus padres se sientan identificados con temas oportunos para sus edades
Coral
La coral está llevada por el profesor y pedagogo cultural Wilfredo Mejías, quién se ha desarrollado tanto en aulas de clases como en el campo musical; siendo ideal para enseñar las técnicas vocales adecuadas para pulir las “voces blancas” que existen en la comunidad La Cruz.
Mejías explicó para lapatilla.com que el sistema educativo nacional se ha deteriorado significativamente, no solo por el bajo incentivo que tienen los docentes actualmente, sino también por la dejadez en cuanto a los ámbitos culturales que con el paso del tiempo se han ido quedando en el olvido, resaltando que las pocas actividades que se implantan en los espacios educativos son como un premio o castigo para el alumnado, acción que critica, pues, acota que en un sistema educativo correcto, las habilidades que presentan los niños deberían ser tomadas en cuenta para realzar el potencial de cada uno de ellos.
Alfabetización en la fe
Con este programa, que comenzará en el mes de octubre, lograron detectar que existían algunos infantes que presentaban problemas de alfabetización, es decir no sabían ni leer, ni escribir; por lo que de la mano de la Federación CCN implementaron la enseñanza desde cero en el sector.
De igual forma tras cruzar el arco de La Cruz, actualmente es posible conseguir diferentes negocios de emprendedores que brindan productos y servicios a precios módicos, algo difícil de encontrar en el municipio Chacao, sin embargo esperan concretar en poco tiempo una ruta gastronómica para también darle visibilidad a estas familias que optaron por la reinvención en pandemia.
Son cinco mil personas que rompen con el señalamiento que tacha a los barrios de Venezuela, pues a pesar de los “malas conductas” aseguran que luego de pasar “el arco” el comportamiento es óptimo luego de muchos años de trabajo que se comenzó a implementar desde los más pequeños con normativas y brigadas de seguridad.
Ejemplos de organización, historia, solidaridad y lo más importante buenos ciudadanos.