Nicolás Maduro este 1 de octubre volvió a hacerse el gracioso, bailando “porque es viernes y el cuerpo lo sabe” celebrando la tercera reconversión en Venezuela.
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Tal como es costumbre, Maduro optó por ser “gracioso” y en plena alocución bailó e hizo un intento de hablar en portugués.
Mientras daba datos acerca del Covid-19, sobre “nuevos estudios” le reiteró a los venezolanos que solo con la vacuna se puede “echar un pie”.
“La gente en Venezuela de lo que está pendiente es de una rumba vale”, dijo para seguidamente bailar.
Posteriormente Nicolás, dijo que con petros pagó la construcción de viviendas en el estado Zulia a una empresa portuguesa y comenzó a “hablar” el idioma de ese país.