Casi todos los dispositivos electrónicos que se utilizan cotidianamente han tenido una transición hacia una mayor inteligencia que los ha hecho más funcionales. Los inodoros, que también se usan diariamente, siguen imperturbables al paso del tiempo.
Por Clarín
Cierto es que algunos modelos escupen un chorro de agua y otros calientan la taza. Solamente en países tan tecnológicos como Japón hay lavabos excepcionalmente modernos. Más allá de esto no ha habido ningún cambio significativo.
Sonia Grego, investigadora de la Universidad de Duke, Estados Unidos, y cofundadora de Coprata, quiere que esto cambie. Para ello, está trabajando en un retrete inteligente que pueda detectar que algo no anda bien en la salud de su usuario.
La idea de Grego es que usando sensores y la inteligencia artificial se pueda hacer un análisis de las heces cuando se vaya al baño. Básicamente, con estos lavabos se sustituiría el proceso de llevar muestras de heces y orina al médico para que las analice.
Para leer más, ingresa aquí