Considerado uno de los premios más prestigiosos del mundo, el Nobel de la Paz es uno de los seis galardones creados por Alfred Nobel, científico, empresario y filántropo sueco. Así lo reseñó BBC Mundo.
Pero debido a su carácter político, el de la Paz ha estado envuelto en la controversia con mucha más frecuencia que las otras cinco categorías de premios Nobel.
A continuación, seis de los premiados que más polémica despertaron y un gran ausente en la lista de premiados.
Barack Obama
Mucha gente, entre ellos el mismo premiado, se quedó sorprendida cuando el expresidente de Estados Unidos Barack Obama ganó el Nobel de 2009.
Obama llegó a escribir en sus memorias que su primera reacción al enterarse fue preguntar “¿por qué?”
Solo llevaba nueve meses como presidente de Estados Unidos y muchos críticos calificaban de prematura la concesión de tan importante galardón. De hecho, el plazo para enviar nominaciones había vencido solo 12 días después de que Obama jurara como presidente.
En 2015, el ex director del Instituto Noble, Geir Lundestad, insinuó que el comité que decidió premiar a Obama se arrepintió después de su decisión.
En los ocho años de Obama en la Casa Blanca, tropas estadounidenses combatieron en Afganistán, Irak y Siria.
Yasser Arafat
El fallecido líder palestino recibió el premio en 1994 junto con el entonces primer ministro israelí, Isaac Rabin, y su ministro de Exteriores Shimon Peres, en reconocimiento a su trabajo en la consecución de los Acuerdos de Paz de Oslo, que en la década de 1990 supusieron una ventana a la esperanza de una posible paz en el largo conflicto entre israelíes y palestinos.
La decisión de premiar a Arafat, que había estado envuelto en acciones armadas, provocó críticas en Israel y otros países.
De hecho, la elección de Arafat causó un revuelo dentro del propio comité que lo eligió.
Uno de sus miembros, el político noruego Kare Kristiansen, dimitió como gesto de protesta.
Aung San Suu Kyi
La política birmana ganó el Nobel de la Paz en 1991 por su lucha no violenta contra el gobierno militar de su país.
Pero más de 20 años después, fue objeto de fuertes críticas por no denunciar las matanzas y violaciones de los derechos humanos de la minoría musulmana de los rohingya en Myammar, que Naciones Unidas catalogó como un “genocidio”.
Hubo incluso llamados a que se la despojara del premio, pero las reglas no lo permitían.
Abiy Ahmed
El primer ministro de Etiopía recibió el premio en diciembre de 2020 por sus esfuerzos por resolver un viejo conflicto fronterizo con Eritrea.
Pero poco más de un año después, la decisión de premiarlo estaba envuelta en dudas.
En la comunidad internacional surgían críticas a la decisión de Ahmed de desplegar tropas en la región de Tigray, en el norte de Etiopía.
Los combates allí han dejado miles de muertos y la ONU describió lo ocurrido como una “destrucción desoladora”.
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