Cuatro empresas que se dedicaban al transporte de carbón desde Puerto Santander y El Zulia en Colombia (Norte de Santander) a centros de acopio en Orope y Ureña (Táchira), quebraron tras el cierre de frontera declarado el 19 de agosto de 2015.
Por Anggy Polanco / La Patilla
Domingo Rey, presidente de Asocobol Orope, explicó que el transporte de carbón era una de las principales fuentes de empleo de la región, y de ello dependía la actividad comercial del municipio García de Hevia, en especial las parroquias Boca de Grita y José Antonio Páez.
“Para nosotros fue un fracaso total, porque además comenzó la devaluación fuerte”, explicó Rey, quien ahora debe ingeniárselas en otras actividades para sobrevivir.
“En mi caso, tenía 72 carros en la cooperativa” recordó Rey, quien fue pionero en el transporte de carga del mineral, el cual era trasladado desde Puerto Santander (Norte de Santander) hasta el punto de acopio ubicado en Orope (Táchira) para luego ser exportado a través de barcos que salían desde los puertos de Maracaibo o La Ceiba, en Trujillo.
Por ende, la zona norte del Táchira servía como una ruta de tránsito del carbón para Colombia, por ser un recorrido más rápido para llevarlo de exportación.
Sin embargo, luego de las limitaciones de Venezuela para el tránsito a través de los puentes internacionales, las industrias carboneras del Norte de Santander optaron realizar la ruta más larga dentro de su país, precisó César Niño, representante de Setrancanorte.
Tras el cierre fronterizo, más de 400 familias de la zona norte se quedaron sin ingresos, producto de la paralización de los 238 camiones, denunció Niño.
Mientras que por Ureña, 350 padres de familia que desempeñaban la labor de “acarreo” como se denomina la actividad, quedaron desempleados desde el bloqueo en los puentes internacionales, precisó Luis Francisco Gafaro, vocero del gremio de transportistas de carbón del Táchira.
Gafaro explicó que el transporte de carbón generaba más de 20.000 empleos indirectos a lo largo de la cadena de movilización del mineral, entre los que se puede mencionar vendedores de repuestos, mecánicos, vendedores de café, hoteleros y agentes aduaneros, entre otros.
Durante 6 años de cierre fronterizo, el gremio de transporte de carbón del Táchira se reunió más de 20 veces con diversas autoridades de la región como el gobernador de la época, Vielma Mora, autoridades militares y hasta representantes del Consejo Legislativo del estado, pero hasta la fecha sus vehículos se mantienen paralizados y otros han sido destruidos, precisaron varios miembros.
Aun así el gremio de transportistas de carbón mantiene la esperanza de volver a las labores con las cuales por muchos años lograron sacar adelante a sus familias.