Una nueva víctima fatal en pasos no habilitados de la frontera entre Chile y Bolivia se registró en las últimas horas. Las autoridades hacen un llamado al gobierno de Sebastián Piñera a llevar la conversación con los países vecinos para buscar soluciones al denominado “fenómeno migratorio” que mantiene un alto flujo de ingreso de migrantes a Chile. En lo que va de este año, ya 16 personas han muerto intentando llegar a Chile, entre ellas un bebé.
Por Infobae
Una mujer de 47 años, identificada como Rosa Beyuna Cárdenas, procedente de Santa Cruz, se suma a la fatal lista de migrantes que han perdido la vida en la comuna altiplánica de Colchane, pueblo ubicado en la desértica frontera con Bolivia, a más de 3 mil 600 metros de altura sobre el nivel del mar. Hasta el momento son 16 las personas migrantes que han perdido la vida este año y 4 en lo que va de este mes, una de ellas un lactante de 9 meses.
Se trata de la boliviana, quien viajaba junto a una amiga procedente de Santa Cruz. Ambas ingresaron al país por un paso no habilitado y tras avanzar 1,6 kilómetros al interior de la frontera chilena comentó a su amiga que sentía dolores en el cuerpo tras lo cual perdió el conocimiento. De inmediato, la acompañante avisó a Carabineros apostados en los puestos de observación fronteriza, pero cuando llegaron a prestar auxilio la encontraron sin signos vitales presuntamente a causa de las bajas temperaturas registradas en el sector. El hecho ocurrió al sur del Complejo Fronterizo Integrado, en el sector de los bofedales de Pisiga Carpa.
Al respecto, el doctor del consultorio municipal de Colchane, Guillermo Tapia, explicó que a las 11:00 horas recibieron el llamado de carabineros para ir al lugar, constatando que la mujer se encontraba sin vida. La fallecida y su amiga tenían como destino la nortina ciudad de Iquique, en la región de Tarapacá, que se encuentra a 237 kilómetros de distancia.
Pese a las extremas temperaturas y a la pandemia por el coronavirus, el paso fronterizo en esa zona andina se ha convertido estos últimos meses en la ruta más utilizada por extranjeros indocumentados que quieren ingresar a Chile. A diferencia de la frontera con Perú en Arica, esta zona fronteriza es menos custodiada por la policía a causa de su extensión, de 861 kilómetros.
A la fecha son alrededor de 3.500 personas migrantes, según habitantes, las que se encuentran varadas en las calles de Iquique, gran parte de ellas luego de haber ingresado a Chile por los pasos no habilitados.
La mayoría llega desde Venezuela buscando una oportunidad en Chile, pero -entre las restricciones sanitarias, la política migratoria y su escasez de recursos económicos- quedan atrapadas sin poder continuar el viaje por el país, durmiendo en albergues o en campamentos improvisados en las calles. Según la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile, entre enero y julio de este año se registraron 23.673 denuncias por ingreso al país a través de pasos no habilitados, lo que supone 40 % de todo 2020.
Un diverso grupo de organizaciones sociales en Chile publicó un comunicado emplazando al Gobierno de Sebastián Piñera a cambiar su política migratoria luego de que el 25 de septiembre una marcha antiinmigración en el norte del país terminara en violentos ataques contra la población extranjera. “De continuar con las actuales políticas migratorias se seguirá complejizando la convivencia entre las comunidades locales y migrantes. Nadie quiere que se perpetúe un círculo de irregularidad, exclusión e incluso violencia. Es urgente un cambio de timón en las políticas del Gobierno”, asegura el comunicado firmado por 24 organizaciones, entre las que se cuentan el Hogar de Cristo y la Asociación Venezolana en Chile, entre otras.
Ante la crisis migratoria, en la fronteriza localidad está siendo instalado un campamento transitorio para quienes ingresan al país en forma irregular. Según las autoridades locales son cientos los migrantes que ingresan por pasos no habilitados al sur del Complejo Fronterizo Integrado ubicado en Colchane y lo hacen por el sector de los Bofedales de Pisiga Carpa, por lo que no tienen ningún control y corren muchos riesgos.
Al respecto el alcalde de Colchane, Javier García Choque, explicó que estos migrantes irregulares no buscan autodenunciarse sino llegar rápidamente a las ciudades que tienen como destino en Chile: “Estos lamentables decesos se dan por el cierre del Complejo Fronterizo, que hace que los migrantes pasen por los Bofedales, lejos de toda alternativa de cuidados que podrían recibir si sienten molestias”, comentó, lamentando de paso lo que a su juicio son las políticas inconsultas del gobierno de Piñera para atender el fenómeno migratorio: “Si el gobierno se sentara a escuchar a todos los actores se daría cuenta del amplio espectro del fenómeno migratorio y podríamos revertir gran parte de las consecuencias negativas de éste”, sostuvo el edil.
La autoridad lamentó la crisis humanitaria que se evidencia en plazas y alrededores de su comuna de mil 700 habitantes, que son en su mayoría de origen aimara, a quienes les ha tocado vivir la otra cara del ingreso ilegal de personas, explicando que algunos migrantes incluso han tomado como refugio las viviendas de los habitantes.