Linda Loaiza López continúa trabajando por la defensa de los derechos de las niñas, adolescentes y mujeres víctimas de la violencia de género en Venezuela. Es una labor que para 2022 se reforzará junto a la Editorial Dahbar y la internacionalista Luisa Kislinger, quienes la ayudarán a trabajar en la segunda edición del libro Doble Crimen, el cual fue publicado originalmente en marzo de 2021. Para hacer realidad el proyecto, busca financiamiento. El próximo año, además de trabajar en una nueva edición de su obra, intentará llevar la publicación que expone su caso a otros idiomas. Así lo reseñó El Diario.
“Tengo un compromiso con la sociedad, con las mujeres, niñas, adolescentes y mi voz durante 20 años ha estado allí”, resalta la abogada y activista conocida públicamente como Linda Loaiza.
Entre las novedades que podría traer la nueva publicación, que continúa exponiendo los hechos de abusos de Luis Antonio Carrera Almoina, están la inclusión de los fiscales que actuaron en su caso durante los 20 años desde que fue rescatada. También buscará exponer un nuevo testimonio de un caso que ocurrió entre los años 1998 y 1999, que al igual que ella, aún continúa impune ante la justicia nacional.
“Como lo he denunciado posterior a mi rescate, existen otras víctimas. Aun cuando se le ha facilitado a las instituciones del sistema de justicia venezolano los nombres y direcciones. Aun cuando hubo allanamientos a lugares y testimonios de otras víctimas que declararon en su contra. De allí no ha trascendido a una investigación”, denuncia López.
El caso de Linda Loaiza
El 27 de marzo de 2001 Linda Loaiza fue capturada en Caracas por Luis Antonio Carrera Almoina, hijo del académico venezolano Gustavo Luis Almoina. Durante su privación ilegítima de libertad fue agredida física y psicológicamente, torturada, abusada sexualmente durante meses, hasta el 19 de julio de ese año, cuando fue rescatada por la policía. Después de eso y ya a salvo, Loaiza emprendió una búsqueda de justicia por su caso. En distintas ocasiones fue revictimizada y autoridades venezolanas desestimaron sus denuncias mientras estaba desaparecida y cuando fue encontrada.
En 2007, tras agotar las vías legales en Venezuela, llevó su caso a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) y acusó al Estado por crímenes asociados a la violencia de género y por haber incumplido la garantía a sus derechos humanos. En 2018, la Corte Interamericana de Derechos Humanos falló a su favor y estableció una serie de obligaciones que Venezuela debía cumplir. Aún sigue sin llevarlas a cabo, según ha reiterado en distintas ocasiones Linda Loaiza.
La inacción del Estado
La otra víctima que se contactó con Linda para denunciar un caso similar al de ella, y que da pie a la creación de un segundo libro, muestra una realidad invisibilizada. En muchos casos no hay actuación gubernamental sobre las denuncias que hacen las mujeres, ni una adecuada investigación. La activista comenta que los organismos de justicia permiten la violencia contra las mujeres y protege a los agresores.
“El Estado venezolano le sigue fallando a las mujeres venezolanas”, dice Loaiza. Esto permite que se sigan cometiendo delitos contra la mujer y les da la oportunidad a los perpetradores de quedar impunes. Sin embargo, a pesar de la situación, las instituciones como el Ministerio Público son a las que se debe acudir para realizar las denuncias correspondientes, pues todo caso debe quedar documentado.
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