El presidente de Rusia, Vladimir Putin, afirmó que es “monstruoso” que a los niños occidentales se les enseñe que pueden cambiar de género. En un discurso durante una sesión plenaria del Club de Debate Internacional Valdai en Sochi, sostuvo que “están a punto de cometer un crimen contra la humanidad”.
Por Infobae
“Es un momento simplemente monstruoso en el que los niños son empujados a creer desde el principio que pueden convertirse fácilmente en una niña y viceversa. Se les empuja a creer que tienen una opción impuesta”, agregó.
Y subrayó: “Y un niño se ve obligado a tomar una decisión que puede arruinar su vida”.
Luego se quejó de que “nadie consulta siquiera a los psicólogos infantiles sobre si un niño de cierta edad es capaz de tomar este tipo de decisiones. Llamemos a las cosas por su nombre: esto está cerca de un crimen contra la humanidad disfrazado con el nombre y bajo la bandera del progreso”.
En junio del año pasado, Putin dijo que las autoridades rusas tenían una actitud “relajada y sin prejuicios” hacia las personas LGBT+, que las decisiones sobre la identidad de género solo podían ser tomadas por adultos y, por lo tanto, los menores deben ser “dejados en paz”. Estos comentarios despertaron las críticas de distintos sectores dentro del país y en el exterior.
Este año, el mandatario firmó una reforma constitucional que básicamente termina con los derechos de gays y otras diversidades sexuales.
La ley prohíbe formalmente cualquier tipo de matrimonio entre personas del mismo sexo en Rusia y bloquea cualquier legislación al respecto. También prohíbe las “adopciones transgénero” y establece que la fe en Dios será un valor central que regirá la vida del país. El matrimonio se define estrictamente como la unión “entre un hombre y una mujer”.
En Moscú aseguran que estas fueron concesiones que hizo Putin a la cúpula de la Iglesia Ortodoxa Rusa y otras instituciones conservadoras a cambio de que dieran el apoyo a su permanencia en el poder.
Con la reforma, el presidente podrá presentarse a dos reelecciones más, lo que implicaría continuar en el Kremlin otros 15 años. Además, tiene inmunidad de por vida frente a cualquier proceso judicial, situando la legislación rusa por encima de las normas internacionales. El referéndum con estos conceptos fue aprobado por una supuesta mayoría del 78%, aunque los críticos aseguran que el proceso fue manipulado.
Hasta ahora, las leyes rusas indicaban que las personas podían cambiar su género legalmente siguiendo pasos que incluían una evaluación psiquiátrica y procedimientos médicos.
La nueva ley aprobada establece que no se puede cambiar el sexo de una persona en su certificado de nacimiento, y que las personas trans que hayan cambiado sus certificados de nacimiento según la ley actual tendrán que volver a cambiarlos al sexo que se les asignó al nacer.
“Esto es discriminatorio en sí mismo y viola flagrantemente el Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH), del que Rusia es parte”, dijo la organización Human Rights Watch en su momento.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos lleva mucho tiempo dictaminando que la negativa de un gobierno a modificar el certificado de nacimiento de una persona que se ha sometido a una reasignación de sexo viola sus derechos a la intimidad y a la autonomía personal.