Eugene Monroe ingresó a la NFL en 2009 como una selección de primera ronda para el comienzo de su carrera profesional. Después de solo siete temporadas, se retiró de los Baltimore Ravens a los 29 años con el cuerpo dolorido por lesiones, incluido un traumatismo en la cabeza. Así lo reseñó Diario Las Américas.
Pero antes de anunciar su retiro en 2016, Monroe desafió abiertamente a la NFL a eliminar el cannabis de su lista de sustancias prohibidas y abogó por el uso de cannabinoides para tratar el dolor crónico y las lesiones relacionadas con el deporte.
“Pido a la NFL que elimine la marihuana de la lista de sustancias prohibidas; financiar la investigación de la marihuana medicinal, especialmente en lo que se refiere a la CTE [encefalopatía traumática crónica]; y dejar de recetar en exceso opioides adictivos y dañinos”, afirmó.
Ahora con 34 años, Monroe sigue estando muy presente en la defensa del uso de CBD y cannabis para ayudar a los atletas a recuperarse de lesiones y controlar el dolor. También dirige Heart Community Capital, un grupo de inversión que ayuda a las personas “tradicionalmente desfavorecidas” a iniciarse en la industria del cannabis.
Como exatleta profesional que todavía mantiene un régimen de ejercicio riguroso, Monroe habla por experiencia personal cuando dice que el cannabis no aumenta el rendimiento deportivo.
Monroe tiene un aliado bien calificado en Jeff Konin, Ph.D., un líder en medicina deportiva que asesora a organizaciones atléticas sobre cómo adoptar el cannabis y el CBD como suplementos terapéuticos naturales similares a las vitaminas.
“El cannabis proviene de una planta y se llama fito cannabinoide. Dentro del cuerpo, tienes lo que se llama endocannabinoides. Entonces, funciones similares ya existen en su cuerpo. El propósito de complementarlos con el fito cannabinoide es que tenga una deficiencia en su cuerpo. Entonces, no estás mejorando nada, en realidad lo estás devolviendo a donde debería estar y estás eliminando la deficiencia”, explicó Konin.
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