Defensor de la revolución chavista reveló que fuerzas de seguridad torturaron e incomunicaron a su hija

Defensor de la revolución chavista reveló que fuerzas de seguridad torturaron e incomunicaron a su hija

El padre de María José Gualdrón denuncia tortura contra su hija

 

 

 





 

José Ricardo Gualdrón se declara revolucionario, a la vez que denuncia que está vendiendo su casa en Guasdualito para poder pagar la defensa de su hija María José Gualdrón Rivas, de quien dice: “Fue torturada. Tengo otro hijo detenido (en la cárcel El Rodeo) allá en Caracas, El Mono, a quien después que lo agarraron le dieron balazos y lo tienen sin darle de comer. La Fuerza Armada hace lo que la mandan”.

SEBASTIANA BARRÁEZ // INFOBAE

“Estoy molesto, porque ellos me han amenazado a matar, para que no hable por mi hija. Quiero que me ayuden Diosdado y Nicolás Maduro. A ella la tuvieron en El Helicoide, privada de libertad, sin derecho a la defensa, sin que yo supiera dónde estaba, fue un secuestro. Le robaron una platica que ella tenía con la que trabajaba como comerciante comprando mercancía; le robaron toda la plata y la mercancía”, le dice a Infobae.

Relata que desde el 7 de abril su hija María José está presa sin derecho a la defensa. “El alcalde de aquí de Guasdualito (José María Romero alias Chema) y el Jefe de Gobierno le metieron mentiras al gobernador Carrizales (Cnel. Ramón Alonso Carrizalez Rengifo). Denunciaron a mi hija porque ella es amiga de cuatro generales leales a la patria. ¿Por qué ellos (otros funcionarios del Gobierno) están con la envidia de esos generales? Porque ellos les exigían que cumplieran con el pueblo pobre de Guasdualito”.

Los cuatro generales a quienes se refiere dice: “Los voy a mencionar. Ovidio Delgado, que es un hombre leal a la patria y a nosotros los pobres, el negrito Chourio (general Jesús Suárez Chourio), al general Cumare (GD Robinson José Vera Cumare) y al otro general cuyo nombre no recuerdo en este momento”.

“Todo lo que están haciendo en contra de esos generales y de mi hija es una maldad. Dios está arriba y para abajo mira; se están empavando, no tienen vida aquí en Guasdualito, porque el pueblo lo sabe. Vengan a hacer una encuesta aquí en Guasdualito, pregunten por mi hija y por la reputación de nosotros”.

Según narra José Ricardo Gualdrón, el alcalde del municipio Páez y el secretario municipal de gobierno habrían convencido al gobernador, quien denunció a su hija. “Carrizalez es un hombre serio, yo lo conozco, un buen gobernador a quien queremos todos los apureños. Ellos (el alcalde y el secretario) le metieron cuentos de que mi hija era terrorista. Pero a un terrorista tienen que agarrarlo peleando, poniendo bombas. Todo lo que ellos dijeron de mi hija es mentira; ella es madre de cuatro hijos”.

Está convencido que Carrizalez creyó lo que dijeron los funcionarios municipales y que por eso “hizo la denuncia contra ella a Caracas. Como él es un hombre serio, en Caracas creyeron esa mentira. Pero mire como han ido ocurriendo las cosas: acabaron con la vida política de Ramón Carrizalez”.

Vende la casa

Gualdrón dice sin vacilar: “Yo soy un revolucionario. Diosdado Cabello lo sabe. Cuando Diosdado vea este video, él sabe quién soy yo, porque yo fui quien estuvo (enfrentando) el sabotaje petrolero con Jorge Nieves en la Refinería El Palito prestando seguridad. Soy un revolucionario que jamás se ha robado un litro de gasolina para mantener a mis hijos”.

Asegura que sus hijos presos están pasando hambre, porque él no tiene con qué comprarles comida. “Mi hija está comiendo pura ahuyama en Santa Ana (Centro Penitenciario de Occidente)”, dice a la vez que les da las gracias a muchos militares “que han visto por nosotros y nos han dado comida, esos militares sí son humildes y se acuerdan de traernos comida”.

Agregó que hay mucha gente que habla de la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora (CRBZ). “Esa gente de la Corriente no es mala, son luchadores sociales que también se merecen cariño y respeto de todo el mundo, porque trabajan, porque trabajamos por un pueblo que están en bromado, en contra de ese sabotaje que le ha hecho los Estados Unidos para vernos morirnos de hambre; por la pandemia estamos sufriendo”.

Está colocando su casa en venta para poder pagar “la defensa de mi hija, presa injustamente, por calumnias, porque a alguien se le ocurrió decir que ella era una delincuente. El único que me podría decir que no venda esta casa es Nicolás Maduro que fue quien me la regaló. Yo la estoy vendiendo porque mi hija tiene cuatro hijos y estoy desesperado. Le pido a todos mis amigos, mis compatriotas, la mayoría de Guasdualito, que me ayuden a la defensa de mi hija”, finaliza diciendo mientras enseña la firma de Hugo Chávez en la pared de entrada a la vivienda pintada de azul oscuro, que está ubicada frente al Comando Militar de Guasdualito.

Presa y torturada

En Guasdualito se supo años atrás, desde que era una jovencita, que María José Gualdrón Rivas era integrante de las Fuerzas Bolivarianas de Liberación, ahora Fuerzas Patrióticas de Liberación Nacional (FBL/FPLN), organización que años después logró que ella ingresara como militar a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).

Gracias a su belleza personal y la habilidad que tuvo para relacionarse, sobresale entre muchas otras mujeres de la institución castrense. Fue ella quien logró, con sus relaciones con las organizaciones con quienes estaba involucrada, que el general Ovidio de Jesús Delgado Ramírez recuperara 20 mil municiones, que habían desaparecido del Ejército.

Fueron las FBL/FPLN quienes logran que a María José la envíen a Cuba, en el marco de la relación, entre la Corriente Bolívar y Zamora y la isla caribeña, para formación ideológica. Dos años después regresa, pero no volvió a portar uniforme militar; gracias a la relación personal que habría tenido con un miembro del secretariado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se posicionó en Guasdualito como pieza clave con las FARC.

Su simpatía, sencillez y belleza la hicieron una muchacha popular y por ello se postulaba como candidata para las elecciones internas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV); desde abril fue detenida, torturada y enviada a la cárcel de Santa Ana en Táchira.

El Décimo Frente de las FARC al mando de Gentil Duarte, que en el caso de Apure lo comanda Jorge Eliécer Jiménez Martínez alias Arturo, entró en una guerra con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) cuando el Ejército planeó atacar el campamento de alias Ferley en la parroquia La Victoria del municipio Páez del estado Apure. Todo terminó en 16 militares muertos entre marzo y abril 2021, más cuatro asesinados en septiembre 2020. Ahí los cuerpos de inteligencia fijaron los ojos en María José Gualdrón Rivas.

La detienen los primeros días de abril. “Diez días después un familiar la vio en el Teatro de Operaciones de Guasdualito, también sede de la 92 Brigada de Caribes. Dice que María José estaba muy golpeada. Desde allí la regresan a la DGCIM en Caracas. Ella está casada y tiene cuatro hijos, pero para los Caribes del Ejército ella es pieza clave en el manejo económico de los grupos irregulares”, le contó a Infobae un amigo de la joven.

Los familiares tienen semanas que no tienen información sobre María José. “Lo único que nos dijeron es que la habían sacado de la cárcel de Santa Ana pero no sabemos para dónde la trasladaron”, revelan familiares de María José Gualdrón.

De la familia de María José están presos los dos hermanos y tres primos.

Su hermano Luis Aguilera perdió la audiencia el 26 de octubre, porque está preso en El Rodeo, ubicado en Guatire, municipio Ezequiel Zamora, estado Miranda y debe ser trasladado al Tribunal que está en San Fernando de Apure, a más de siete horas de carretera. El Ministerio Penitenciario obliga a los familiares a pagar el transporte para llevarlos y traerlos, pero para quienes son muy pobres, es imposible pagar esas cantidades de dinero. “Todo lo cobran sino no los trasladan ni les dan suficiente comida”.