“En estos momentos no estoy, déjame un mensaje”. Así se escucha aún el contestador de Filippa Sayn-Wittgenstein-Sayn, la princesa alemana que murió trágicamente cuando tenía apenas 21 años. Además de su corta edad, lo impactante de su partida fue que, tres años antes, sin saber lo que se avecinaba, la joven había escrito su despedida en un diario íntimo. Así lo reseñó La Nación.
Maria Filippa Johanna Fernanda Sayn-Wittgenstein-Sayn era la cuarta de los siete hijos del príncipe Alexander, el actual jefe de la casa Sayn-Wittgenstein-Sayn, y su mujer, la condesa Gabriela de Schönborn-Wiesentheid. A su vez, era hermana de Casimir, el ahora exesposo de Corinna Larsen, la empresaria con la que el rey emérito Juan Carlos I de España mantuvo una relación extramatrimonial.
Filippa creció en Sayn, en una casa de campo que construyeron sus bisabuelos luego de la Segunda Guerra Mundial, debido a que el castillo que pertenecía a la familia, que databa del siglo XVII, fue destruido poco antes del final del conflicto. En 1982 comenzó su restauración y hoy está abierto al turismo.
La princesa era descendiente de uno de los linajes de nobles más importantes de Alemania, con un árbol genealógico que llega hasta el siglo X y que tiene entre sus antepasados a los mismísimos Reyes Católicos.
Estudiante de comunicación y fotografía, Filippa atravesaba una etapa feliz de su vida cuando, la noche del 30 septiembre de 2001, el destino marcó su final en una ruta de Cornualles, Reino Unido. El auto en el que viajaba con el reconocido fotógrafo Roberto Sisini, para quien había comenzado a trabajar, chocó contra otro y causó la muerte de ambos.
Tres meses antes, el 10 de junio, la joven se había casado con el conde italiano Vittorio Mazzetti d’Albertis, de quien estaba “perdidamente enamorada y sin remedio”. Fue luego de la luna de miel que la princesa emprendió su viaje al Reino Unido.
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