¿En qué se parecen los hipopótamos a los narcos?

¿En qué se parecen los hipopótamos a los narcos?

Fotografía de archivo del 17 de julio de 2009 que muestra uno de los hipopótamos de la hacienda Nápoles, que fue propiedad del extinto capo narcotraficante Pablo Escobar Gaviria, en el corregimiento de Doradal, municipio de Puerto Triunfo (Colombia). EFE/ Edgar Domínguez/ARCHIVO

 

Suena el segundo Tik Tak de este martes 9 de noviembre en SEMANA por los lados de los hipopótamos de Pablo Escobar, porque siguen rondando por ahí sin solución.

Por semana.com





Que por muy personas jurídicas o personas interesadas, como los consideren en un tal tribunal de Ohio, en Estados Unidos, los animalitos, que de lo feos son simpáticos, tienen el problema que convivir con ellos es peligroso porque son agresivos con las personas y con el medio ambiente, desde luego también.

El problema es que de los cuatro que importó Escobar para su exótico zoológico de Nápoles, se pueden ver hoy más de cien deambulando por la cuenca del río Magdalena, donde están tan amañados que los científicos calculan que serán miles en diez años.

La pregunta es si su subida de lote al rango de personas impedirá controlar su reproducción en beneficio de proteger la biodiversidad de la cuenca del río Magdalena, muy lejos de su hábitat original africano.

Pero es que ya instalados en Colombia, los hipopótamos se volvieron como el narcotráfico, el fenómeno que los trasplantó acá. Como la droga, se convirtieron en una plaga incontrolable; como los narcos, son reyes y señores; y como a ellos, muy pocos otros animales los enfrentan. Y como los cultivos de droga que arrasan con gigantescas zonas selváticas, los hipopótamos también amenazan gravemente la flora y la fauna, para no hablar de las cositas que dejan en las aguas y que las contaminan.

Se viene hablando mucho de la posibilidad de su esterilización, pero eso no es tan fácil. En primer lugar, cuesta mucho, y por la naturaleza de estos gigantescos y pesados bichos que embisten con facilidad, pues tampoco resulta muy seguro hacerlo.

Es entonces una lástima que en Colombia el narcotráfico se haya inmortalizado con cara de hipopótamo, y que la única diferencia sea que mientras a los animales los podemos controlar vía esterilización, con los narcos en cambio ya no tenemos ni idea de qué hacer con ellos.