El 29 de agosto de 2019 Fabiana Cruz, que en ese momento tenía 19 años, salió de su casa en la ciudad chubutense de Puerto Madryn con la hija de su novia en brazos, desmayada y cubierta de sangre. “La nena se cayó”, le dijo minutos después a los médicos que la recibieron en la guardia del hospital. La nena murió ese mismo día pero la autopsia descartó de forma rotunda el accidente: la habían matado a golpes.
Por TN
El informe de los forenses sobre el cuerpo de Martina, de apenas cuatro años, advirtió que las lesiones que tenía no eran compatibles con una caída, debido a que presentaba moretones y múltiples traumatismos de cráneo. La madrastra está detenida desde ese momento y hoy, a más de dos años del crimen, empezará a ser juzgada por el hecho. Si la declaran culpable, la pena única por este delito es prisión perpetua.
El caso Fabiana Cruz: crimen, coartada y confesión
Alrededor de las 11 de aquella mañana de 2019, un vecino de Cruz la vio salir con la nena en brazos, las subió a su auto y las llevó hasta el hospital zonal Dr. Andrés Isola de Madryn. Sin embargo, tal era el cuadro de gravedad que presentaba Martina que, pese al esfuerzo de los médicos y de una derivación de urgencia a la Terapia Intensiva Pediátrica del hospital de Trelew, la criatura murió poco después
El resultado de la autopsia despejó dudas sobre la brutalidad del crimen y el ensañamiento de la asesina con el cuerpo de la nena. El informe estableció como causa de muerte un paro cardiorrespiratorio a partir de múltiples traumatismos de cráneo y golpes en todo el cuerpo que le provocaron contusiones y cortes además de un edema cerebral y un episodio de “hipertensión endocraneal”. Además, detectaron lesiones corporales y óseas previas, propias de un contexto de maltrato infantil.
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