Los representantes de 25 países que forman parte de la Organización de Estados Americanos (OEA), fijaron posición el pasado viernes respecto a las elecciones del domingo 7 de noviembre montadas en Nicaragua, en las que, como era de esperarse, el dictador Daniel Ortega, se declaró vencedor en medio de consignas que gritaban para presentar ese fraude como, “otra gran victoria de su revolución”. En la OEA, al contrario, el coro de diplomáticos mas bien concluía en decirle al mundo que esas elecciones «no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática».
La noticia está circulando por todas partes, era necesario que saliera de ese escenario, tal como ocurrió, gracias a 25 votos a favor, mientras que un país instruía a su vocero votar en contra, otros 7 de abstuvieron y se verificó una ausencia. Así fue el desempeño de cada uno de los embajadores que interactuaron en la 51 Asamblea General de ese ente interamericano, en cuya sesión, después de un prolongado debate, se aprobó esa resolución que fue auspiciada por las delegaciones de Canadá, Antigua y Barbuda, Chile, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, República Dominicana y Uruguay, sobre «La situación en Nicaragua». “La resolución deplora el caso omiso que el Gobierno del país centroamericano ha hecho a las iniciativas diplomáticas y técnicas emprendidas desde junio de 2018 por la OEA para promover la «democracia representativa y la protección de los derechos humanos» en Nicaragua.
Debemos estar muy claros que en Nicaragua, ni en Cuba y mucho menos en Venezuela, se podrá hablar de “elecciones libres y verificables”, mientras las instituciones públicas estén maniatadas por los dictadores que ocupan todos los espacios del Estado. Es evidente que en esos países se hace lo que se le antoje a los dictadores de turno. Para esos tiranos no cuentan los principios de La carta Interamericana. Para Maduro esos párrafos son letra muerte, lo mismo ocurre con Ortega y desde luego es similar la conducta de su socio Diaz-Canel, que ahora ocupa el puesto cedido por Fidel y Raúl Castro en La Habana.
Todos los que hemos venido denunciado esos fraudes, además de las continuas violaciones a los derechos humanos, esperamos acciones mas contundentes por parte de la comunidad internacional, a la que no se le puede escapar la dimensión de la amenaza que representan estas mafias para la estabilidad de nuestro hemisferio. Porque no se trata solo de hacer fraudes para preservar los poderes que usurpan para el simple goce sensual de esos privilegios. Es que utilizan esas instancias de poder para amparar a las transnacionales del narcotráfico y del terrorismo internacional, además de las corruptelas que acometen para que mas dinero sucio ingrese a esas cuentas financieras que manejan desde la economía oscura o negra que ponen al servicio de sus planes expansionistas en todo el mundo.
@Alcaldeledezma