El chavismo, a diferencia de elecciones anteriores, enfrenta la campaña por los comicios regionales y locales del 21 de noviembre en Venezuela sorteando asuntos incómodos, como la extradición del empresario colombiano Álex Saab –presunto testaferro de Nicolás Maduro-, que empañan su objetivo de mostrarse como un bloque sólido que lo tiene todo bajo control.
A continuación, las claves que dejan entrever las inseguridades en la cúpula chavista:
EXTRADICIÓN DE ÁLEX SAAB
Tras más de un año de arresto en Cabo Verde, Saab fue extraditado a EE.UU. el pasado 16 de octubre para responder por un caso de lavado de dinero vinculado a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción de Venezuela (CLAP), un sistema creado por Maduro en 2016, que el Departamento del Tesoro estadounidense señala de ser un esquema para que el empresario obtenga “ganancias sustanciales”.
El régimen de Nicolás Maduro rechazó las acusaciones y el procedimiento y trató, por todos los medios, que Saab no fuera extraditado, pero el esfuerzo fue en vano.
El nombre del empresario, de 49 años de edad, apareció en los medios cuando la exfiscal venezolana Luisa Ortega Díaz le acusó en 2017 de ser uno de los testaferros de Maduro y, desde entonces, comenzó a ser vigilado de cerca por EE.UU.
MÁS EXTRADICIONES EN CAMINO
La Audiencia Nacional de España aceptó la extradición a EE.UU. del exgeneral venezolano Hugo Carvajal -conocido como el Pollo-, la extesorera de Venezuela Claudia Díaz y su esposo, Adrián Velásquez, exguardaespaldas del ya fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013).
Díaz y Velásquez están acusados de un delito de blanqueo de capitales por haber favorecido, presuntamente, al empresario venezolano Raúl Gorrín en una trama de cambio de moneda extranjera, que le reportó a este ganancias de cientos de millones de dólares.
Por su parte, Carvajal, antiguo jefe de la Dirección de Contrainteligencia Militar de Venezuela, es acusado de presuntos delitos de narcotráfico.
El exgeneral, detenido en septiembre pasado en Madrid, declaró como testigo ante un juez de la Audiencia Nacional española, donde señaló a Juan Carlos Monedero, cofundador del partido español Podemos, de recibir supuestos pagos de Maduro, cuando ya estaba al frente del régimen, y que salieron de las arcas de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
INVESTIGACIÓN FORMAL DE LA CPI
La Corte Penal Internacional (CPI) decidió abrir formalmente una investigación a Venezuela por la presunta comisión de delitos de lesa humanidad, desde, al menos, abril de 2017, durante las manifestaciones, y malos tratos a opositores en algunas cárceles.
“(La Fiscalía) ha determinado que procede abrir una investigación para establecer la verdad de conformidad con el Estatuto de Roma”, destacó un documento firmado entre la CPI y el Ejecutivo al finalizar la visita del fiscal de la corte, Karim Khan, al país caribeño el pasado 3 de noviembre.
El régimen venezolano posteriormente emitió un comunicado en el que ratificó su compromiso con el Estatuto de Roma, instrumento constitutivo de la CPI, pero mostró su desacuerdo con la decisión de la CPI, argumentando que no hubo examen preliminar ni derecho a la defensa.
DESCONTENTO GENERALIZADO
Los venezolanos se quejan constantemente por la merma en la calidad de vida con fallas en los servicios básicos, la alta inflación y los bajos salarios.
Recientemente, varios sindicatos venezolanos protestaron en Caracas para exigirle al régimen mejoras en sus condiciones laborales, especialmente las relacionadas al salario.
La grave crisis que llevó a esta situación al que fue uno de los países más ricos de Latinoamérica provocó que una parte de la población emigrara, al considerar que en Venezuela no existen posibilidades de mejora ni de un cambio político que la mayoría, según diversas encuestas, piden a gritos.
DIVISIÓN EN EL CHAVISMO
El oficialismo mostró sus grietas el año pasado, cuando el Partido Comunista, Tendencias Unificadas Para Alcanzar el Movimiento de Acción Revolucionaria Organizada (Tupamaro) y Patria Para Todos (PPT) se desmarcaron del chavismo, al considerar que la tendencia que estaba siguiendo se alejaba cada vez más de la izquierda para ir a un sistema de políticas liberales.
Pero las diferencias se notaron más este año, cuando en las primarias del oficialismo para elegir a los candidatos a gobernadores y alcaldes los dirigentes se enfrentaron abiertamente e incluso el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, tuvo que pedir “unidad” y exigió que se evitasen las ofensas y los ataques entre compañeros.
En Twitter, los militantes del partido de Gobierno también expresaron su descontento, luego de que la alta dirigencia dejara por fuera a varios de los que fueron elegidos e impusieran a otros en varios estados, que no lograron el primer lugar o que ni siquiera habían sido postulados.
Con información de EFE