A diario, Marbelis Díaz abre los grifos de su vivienda ubicada en el municipio Naguanagua, estado Carabobo, con la esperanza de que salga agua, pero la mayoría de las veces lo único que sale es aire. Solo dos días a la semana recibe el suministro de agua por tuberías, pero es precario.
Corresponsalía La Patilla
En las madrugadas cuando llega el agua, Díaz y sus vecinos corren a llenar los recipientes de plástico para almacenar líquido. Para ellos la escena ya forma parte de su rutina. “Por estar ubicados en la zona alta de Naguanagua, el agua nos llega sin fuerzas. Debemos estar pendiente en la madrugada para poder llenar los tobos, llega es un hilito. A los vecinos que están más arriba en el cerro no les llega nada de agua“, manifestó Díaz.
De acuerdo a lo indicado por el vicepresidente del Centro de Ingenieros del estado Carabobo (CIEC), Nizar Richani, se requieren aproximadamente 7.000 litros de agua por segundo para que el servicio sea continuo y estable en la Gran Valencia (municipios Naguanagua, San Diego, Los Guayos, Libertador y Valencia), pero actualmente la planta potabilizadora Alejo Zuloaga solo procesa unos 2.500 litros de agua por segundo, lo que se traduce en una merma en el suministro del líquido.
Las fallas en el servicio de agua por tuberías a cargo de la Hidrológica del Centro (Hidrocentro) son múltiples. Deficiencias en materia de embalse, potabilización, servicio eléctrico e infraestructura serían algunas de las más frecuentes, señaló el ingeniero.
Richani explicó que la planta Alejo Zuloaga no está en condiciones óptimas y tampoco recibe la cantidad de agua necesaria proveniente del embalse Pao Cachinche, principal fuente de abastecimiento de agua potable del área metropolitana de Valencia, y de otras poblaciones de Carabobo, Aragua y Tinaquillo, en el estado Cojedes.
“Si ya al momento de presentar un déficit en el embalse, con respecto al caudal suministrado hacia la planta potabilizadora, es imposible tener un caudal porque esa es la fuente – por llamarlo de alguna forma – de materia prima para la potabilización. Si ya tenemos problemas en el embalse Pao, en definitiva todas las demás etapas van a tener problemas (…) Para darle agua a un sector de Valencia, se tiene que interrumpir y racionar en Naguanagua. Para darle agua a Naguanagua tienen que suspender el servicio en un sector de Valencia“, destacó.
Aguas residuales del lago
A esto se le suma que las aguas del embalse Pao Cachinche, fuente principal del Sistema Regional del Centro I, están impactadas por las aguas provenientes del Lago de Valencia, y la planta potabilizadora Alejo Zuloaga no fue diseñada para sanear ese volumen de desperdicio.
Puntualizó que el nivel de contaminación que existe en Pao Cachinche se debe a la decisión en 2007 del Ministerio del Ambiente de trasvasar 6.000 litros de agua por segundos desde el Lago de Valencia -que recibe aguas residuales- hacia el embalse. “Hay fallas en el proceso como tal, porque el diseño original de la planta potabilizadora Alejo Zuloaga no contemplaba la calidad del agua que en este momento existe en el embalse Pao Cachinche“, dijo.
El ingeniero acotó que las deficiencias en el servicio eléctrico inciden en el suministro de agua para la Gran Valencia. Indicó que cuando hay interrupciones no programadas del servicio de energía eléctrica, resulta afectada la operatividad de los equipos electromecánicos necesarios en los procesos de potabilización y distribución.
“Una buena parte del servicio de la planta Alejo Zuloaga depende del servicio eléctrico y todos sabemos la cantidad de fallas que está presentando y la cantidad de racionamientos, aunque el servicio de agua está protegido, existen fallas no programadas“, subrayó.
Según el coordinador responsable de la comisión de energía eléctrica del Centro de Ingenieros del estado Carabobo, Isnaldo Jiménez, en la entidad se necesitan aproximadamente 750 megavatios (mw/h) para cubrir la demanda de energía eléctrica en los 14 municipios. Sin embargo, el estado solo genera entre 10% y 15% de la carga requerida, el resto proviene del sistema interconectado de la hidroeléctrica del Guri, en el estado Bolívar.
En entrevista previa a La Patilla, Jiménez detalló que pese a que Carabobo tiene una capacidad instalada para generar más de 3500 megavatios entre Planta Centro (2600 mw/h), Termocentro (676 mw/h) y Pedro Camejo (300mw/h), actualmente solo aporta unos 80 megavatios provenientes de esta última planta que opera cuando dispone de gas para funcionar.
Plantas de tratamiento inoperativas
Las aguas residuales de residencias, comercios e industrias son descargadas sin ningún tipo de saneamiento en el Lago de Valencia, debido a que la planta de tratamiento de aguas residuales La Mariposa no está completamente operativa, y la de Los Guayos está desmantelada e inundada por las aguas del lago, denunció Richani.
Recalcó que una vez que se usa el líquido y se convierte en agua servida, se debería iniciar el proceso de tratamiento en las plantas, antes de llegar al sitio de disposición final que es la cuenca del Lago de Valencia.
El 5 de febrero de 2018, el Ministerio de Ecosocialismo y Agua (Minea) y la Hidrológica del Centro (Hidrocentro) anunciaron el inicio de la rehabilitación de la infraestructura de la planta de tratamiento de aguas residuales La Mariposa, ubicada al sur del municipio Valencia que, según precisaron, procesaría 4160 litros por segundo, correspondientes a las descargas de aguas servidas provenientes de los municipios Naguanagua, Libertador y gran parte de la capital del estado Carabobo.
Ante esto, Richani celebró que se estén haciendo trabajos de refacción, reingeniería y reconstrucción de la planta de tratamiento de aguas residuales La Mariposa, pero consideró que las labores no avanzan a la velocidad requerida.
El vicepresidente del CIEC alertó que al verter las aguas residuales en el Lago de Valencia, el nivel del lago continúa creciendo por tratarse de una cuenca endorreica, es decir, que no tiene salida al mar. Explicó que la cota del nivel del Lago fue proyectada para que no superara la cota de seguridad de 408 metros sobre el nivel del mar, pero actualmente está por encima de la cota 414, lo que se traduce en seis metros y medio por encima del límite máximo.
“La carretera Valencia – Güigüe está afectada por las aguas del lago, el viaducto de La Cabrera está impactado por las aguas del Lago. El sur de Maracay, todos los urbanismos del sur de Maracay, están impactados y varios de ellos están separados de las inundaciones por un muro construido por el Ministerio del Ambiente. Esa situación es una de las más graves a nivel ambiental que está afectando no solamente al centro del país, sino a Venezuela“, dijo el ingeniero.
El 23 de octubre de 2020, la presidenta de la comisión de Ambiente de la Asamblea Nacional (AN), María Gabriela Hernández, realizó un recorrido por los sectores afectados por el lago. En esa oportunidad lamentó que de la carretera Carlos Arvelo para conectar Valencia y Güigüe solo queda el recuerdo. “Esta carretera fue construida hace 30 años y está bajo las aguas del Lago de Valencia, y todos los venezolanos debemos proyectar esta situación en el viaducto La Cabrera de la Autopista Regional del Centro (ARC) si no se toman los correctivos necesarios“, dijo.
Emergencia ambiental y social
El 3 de noviembre de 2020, la Asamblea Nacional (AN) legítima declaró emergencia ambiental y social en todo el sistema de la cuenca del Lago de Valencia, tras los riesgos que supone para las comunidades aledañas del oriente de Carabobo y el sur de Maracay, en Aragua, el crecimiento descontrolado del lago en aspectos vitales de seguridad, salud y calidad del agua.
Asimismo, en el documento también se fijó constituir desde la AN y el gobierno encargado, un equipo de trabajo multidisciplinario para plantear a organismos financieros internacionales el financiamiento para la ejecución de una solución.
El vicepresidente del CIEC, Nizar Richani, apuntó que existen varias alternativas para resolver el descontrol del nivel del Lago de Valencia, pero ninguna ha sido evaluada por el Ministerio de Ecosocialismo y Agua.
“Se puede hacer trasvase hacia el eje costero del estado Carabobo a fin de suministrar agua hacia Puerto Cabello, Morón, y también existe una alternativa para el eje oriental del estado Falcón. Otra son los trasvases hacia el sur de Venezuela, además del reúso seguro del agua que es un término que estamos introduciendo nosotros en Venezuela que sería capaz no solamente de aportar un pequeño control del nivel de lago, sino también resolver la gravísima problemática de escasez de agua para el sur del municipio Girardot, para el sur de Maracay“, puntualizó.
Richani enfatizó que para solventar las fallas en el sistema de distribución de agua que afecta a 4 millones de habitantes en Carabobo, Aragua y Cojedes, es necesario resolver el crecimiento descontrolado del Lago de Valencia. Explicó que las condiciones de los embalses, mecanismo de potabilización, distribución, saneamiento y disposición final de las aguas residuales conforman un todo y, si hay fallas en alguno de los ejes, todo el proceso resultará afectado.
El 13 de mayo de 2020, el gobernador psuvista de la entidad carabobeña, Rafael Lacava, anunció la incorporación de 25 nuevos camiones cisterna para paliar las fallas del suministro de agua. Sin embargo, los carabobeños continúan reclamando un mejor servicio.
De acuerdo a un estudio realizado en octubre de 2021 por el Observatorio de Políticas Públicas de Valencia, el grupo social Cesap y el movimiento La Gente Propone, en ocho de las nueve parroquias de la capital carabobeña, 39% de los encuestados afirmó que el principal problema que enfrentan en la comunidad son las fallas en el suministro de agua potable.