Cero proyectos de investigación científica fueron financiados por la Universidad de los Andes (ULA) en 2020, debido a la falta de presupuesto. Hasta el 31 de agosto, no se había financiado ningún proyecto este año por la misma razón.
Por Corresponsalía lapatilla.com
El Observatorio de Derechos Humanos de la ULA presentó estos números en su último informe semestral sobre la situación de Derechos Humanos en la región andina, mayo-noviembre de 2021.
Desde el Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico, Tecnológico y de las Artes (Cdchta), órgano encargado del financiamiento de la investigación denuncian que debido a la asfixia presupuestaria ejercida por el gobierno, el declive en este campo es muy profundo. Desde 2008 no se ha podido efectuar programas ni concretar objetivos porque a partir de 2007 se aplica la reducción financiera a las universidades.
Desde entonces, el Ministerio de Educación Superior asigna cada año el mismo monto aproximado en bolívares.
Para contextualizar, en 2020 el monto recibido era equivalente a $49.304,70 dólares, pero en 2021 pasó a ser $2.008,37 dólares. El Observatorio refirió que todo esto fue debido a un 96% de devaluación del bolívar en ese último año. A pesar de la inflación, el presupuesto general asignado a la ULA para los dos últimos años ha sido el mismo en bolívares.
El profesor Alejandro Gutiérrez, coordinador del Cdchta aseguró que en 2020 no recibieron ningún monto, mientras que en enero de 2021 se recibió una suma tan pequeña que apenas alcanzó para comprar algunos productos de limpieza. Hasta la fecha, no han recibido más aportes económicos.
Estas circunstancias influyen de manera directa en los investigadores, quienes no hayan motivación para presentar sus propuestas de investigación por la falta de recursos. Además, el grupo de expertos en diversas áreas de estudio se ha reducido a causa de la fuga de profesionales capacitados, una realidad que azota a la educación universitaria del país.
Las investigaciones en ciencias básicas han sido las más afectadas por la inexistencia de insumos y laboratorios en buenas condiciones para desarrollar los planes. Por su parte, los campos de las ciencias sociales y humanidades han encontrado la forma de adaptarse a las limitaciones. No obstante, realizan sus estudios con el aval institucional del Cdchta, pero sin el aporte económico con el que contaban.
“Una universidad que no investiga no puede realizar academia y se le vulnera su derecho a la divulgación de conocimientos”, dijo Mayda Hocevar, directora del Observatorio de Derechos Humanos en la región andina, durante la presentación del informe.
A la ULA solo se le aprobó el 23,14% del presupuesto total solicitado al Ministerio para 2021, el cual no ha sido desembolsado ni en un 5%, de acuerdo al rector Mario Bonucci. Recién en julio se les entregó 0,13% para gastos de funcionamiento de las dependencias centrales, correspondiente al mes de enero de 2021.
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