La situación real de Charlene de Mónaco y la magnitud de su enfermedad sigue siendo un misterio. La Princesa regresó el pasado 8 de noviembre al Principado, tras pasar seis meses en Sudáfrica, su país natal, aquejada de una grave infección otorrinolaringológica. Parecía que estaba recuperada y se la esperaba el 19 de noviembre en el Día Nacional. Sin embargo, un comunicado de Palacio confirmó su ausencia en las celebraciones y su retirada temporal de la vida pública hasta que recupere la salud. Su marido, el príncipe Alberto, contó después en una entrevista que se encuentra ingresada en un centro en Europa por voluntad propia tras sufrir un profundo agotamiento tanto emocional como físico. Unos días más tarde de esas declaraciones han sido los amigos de la Princesa los que han alertado de la grave situación por la que atraviesa y de que “casi muere” después de someterse a varias operaciones en el continente africano.
Por Hola México
Las personas más cercanas a Charlene están preocupadas por su pérdida de peso, según ha apuntado una fuente a Page Six, medio de referencia que ha demostrado la credibilidad y solvencia de sus informaciones. Les preocupa que la Familia principesca haya subestimado la gravedad de su situación después de que Alberto de Mónaco afirmara en People que había ingresado. “Es injusto que se la presente con algún tipo de problema mental o emocional. No sabemos por qué Palacio le resta importancia al hecho de que casi muere en Sudáfrica”, se asegura en el medio.
La Princesa viajó a su tierra natal en mayo para participar en una campaña contra la caza furtiva de rinocerontes que promovía su fundación. Fue allí donde contrajo la grave infección de oídos, nariz y garganta que le impidió coger un vuelo de regreso a casa, ya que la presión no se igualaría. Su dolencia le obligó a pasar hasta en tres ocasiones por la mesa de operaciones y resultó que le generó “graves problemas de sinusitis y deglución derivados de una cirugía anterior”. Estas operaciones le han impedido “comer alimentos sólidos durante seis meses y “solo ha podido ingerir líquidos a través de una pajita, por lo que ha perdido casi la mitad de su peso corporal”. La misma fuente señala que “no está perdiendo la cabeza ni sufre problemas graves de salud mental” sino que estaría “agotada por haber pasado durante seis meses por operaciones y por una incapacidad para comer adecuadamente”. Durante el infierno que ha sufrido en Sudáfrica, la Princesa también “extrañaba desesperadamente a sus hijos y a su esposo”, indican en el citado medio, algo que ella misma ha contado durante su convalecencia.
Lo cierto es que la pérdida de peso y su apariencia un tanto frágil ha sido muy comentada en algunas de las imágenes que ha compartido. Una larga ausencia en la que se perdió su décimo aniversario de bodas, lo que alimentó los rumores de crisis en la pareja, algo que los protagonistas se han encargado de desmentir. Alberto de Mónaco también ha negado otro tipo de rumores sobre los problemas de salud de su esposa. “Esto no es Covid y no está relacionado con un cáncer. No es una cuestión de relaciones personales y si queréis discutir sobre otra especulación, no está relacionado con la cirugía plástica”, dijo en la revista estadounidense.
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