Docentes jubilados de Aragua, condenados por el chavismo al hambre y la miseria

Docentes jubilados en Aragua piden a las nuevas autoridades atiendan el contrato colectivo

 

 

 





 

Docentes jubilados y pensionados del estado Aragua protestaron en Maracay para solicitar a las nuevas autoridades regionales que atiendan la precaria situación en la que viven los trabajadores, ante el bajo sueldo y la falta de beneficios.

Glenn Requena // Corresponsalía La Patilla

Con pendones y carteles exigiendo el cumplimiento del contrato colectivo, Teodomiro Aguilar, presidente de la Asociación de Pensionados y Jubilados de Aragua, manifestó que tienen más de un mes que se venció el acta convenio y ganan un salario de miseria de 21 bolívares mensuales, lo que representa 5.2 dólares.

Un trabajador no puede vivir con un salario de 5 dólares. Eso representa una situación de hambre y miseria para todos los trabajadores del magisterio. Estamos exhortando a las federaciones sindicales y al Ministerio de Educación que asuman la responsabilidad”, expresó.

Aguilar indicó que desde hace meses no se han discutido las reivindicaciones que están contenida en el pliego de peticiones. Es por ello que continuarán en la calle luchando por sus derechos. “Indistintamente de los procesos electorales, estamos sometidos al hambre y a la miseria. Estamos sin HCM, sin nada. De rodilla nunca, de pie de lucha siempre”, enfatizó.

Otro de los servicios que está paralizado para el gremio es el Instituto de Previsión y Asistencia Social del Personal del Ministerio de Educación (Ipasme), por lo que piden una respuesta rápida de las autoridades para los docentes, quienes requieren atención médica.

También se tienen que aprobar créditos para las medicinas, sobre todo para el personal jubilado que necesitan de los medicamentos”, puntualizó Maribel Bernal, representante del comité de usuarios del Ipasme.

Por su parte, Rafael Rodríguez, dirigente gremial de los jubilados y pensionados, aseveró que las medidas de bioseguridad no se cumplen en las escuelas. La falta de agua en estas infraestructuras genera que los docentes y estudiantes no puedan tener garantizado las normativas sanitarias contra el coronavirus.