Escarbar entre los miles, ¿millones?, de contenidos de cine y series en streaming puede ser un oficio de locos y de desquiciados. No solo eso: hay tantas recomendaciones “hechas para ti” que la dictadura del algoritmo parece imposible de evitar. No resulta ni cinco fácil escapar de la listas de los más vistos, o del alma predictiva de una tecnología misteriosa que analiza nuestros gustos y nos revela “lo que tienes que ver”. Encontrar una película o una serie que se salga de los moldes es un trabajo tan intenso como el de Indiana Jones en su insaciable búsqueda del Arca Perdida.
Por: El Tiempo
En los años 80, el ejercicio era más orgánico, se planeaba una travesía al videoclub más cercano, había que estrellarse con una pared adornada de cajas de películas de Beta o VHS y luego se entraba en una especie de trance en el que era necesario dejarse llevar por la intuición y por el diseño de las carátulas, un título seductor o el resumen en la parte posterior de la caja. Era una lotería: el texto y la ilustración o la foto podían esconder una trama mediocre, pero se trataba de un divertido ejercicio de exploración que muchas veces daba pie a gratas sorpresas.
A veces había que escalar o trepar ese muro de videos, agacharse hasta el piso para hallar algunos dramas o propuestas escondidas entre el polvo y los stickers que identificaban los géneros cinematográficos. En esos lugares difíciles a veces se encontraban verdaderos tesoros. Nada le ganaba a la emoción de llegar a la casa para meter esa cinta en el reproductor y ver si había valido la pena todo el esfuerzo.
Pero ahora, con las plataformas de streaming, la dinámica ha cambiado radicalmente y la tiranía del algoritmo indica lo que hay que ver. Una propuesta cómoda, fácil, pero peligrosamente predecible. Sin embargo, en los espacios más recónditos de Netfllix, Amazon Prime Video, Star+ HBO Max, Disney Plus y Amazon Prime Video, también existen joyas escondidas, que vale la pena ver o repetir.
Es cuestión de paciencia, suerte y una mente abierta para escapar de los tops y las promociones de novedades que invaden las pantallas. Los cinéfilos siempre encuentran algo.
“Netflix, por ejemplo, tiene la nueva visión de Twin Peaks, de David Lynch, inspirada en la serie homónima de 1990. Es bien loca y es algo muy interesante en el marco de lo que propone esta plataforma. A mí encanta. Es la más ‘frita’ de todo y está en una plataforma muy popular”, reflexiona el director de cine caleño Jorge Navas (Balada para niños muertos, Somos calentura, La sangre y la lluvia, Alguien mató algo).
Twin Peaks, un tesoro del extraño y desequilibrado universo de Lynch, no fue, ni ha sido nunca, una de las series de la lista de lo más visto de Netflix, pero la prestigiosa revista Cahiers du Cinema la nombró como una de las mejores producciones de 2017. En este delirio por episodios, Lynch cerró el misterio del asesinato de una adolescente en un pueblo en el que se gestaba una batalla entre el bien y el mal, cargada de extraños simbolismos.
La historia de Dale Cooper, un detective atrapado en la investigación por la muerte de Amanda Palmer, evoluciona a una narrativa demencial en la que un álter ego del protagonista se dedica a hacerle la vida imposible.
Su arrojo en cuanto a trama y narrativa, la llevó a ser un objeto de adoración. Es una pieza compleja, llena de colores oscuros y rojos intensos que puede irritar o desconcertar, pero que al final, como bien lo dice Mark Lawson, crítico del diario The Guardian, “el ojo y el oído siempre son recompensados”. Todo un viaje visual y psicológico que vale la pena hacer.
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