Cada vez son más las dificultades que los pacientes renales atraviesan para poder sobrevivir en Aragua. Más de 300 pacientes de la región dependen del Instituto Nacional de Seguros Sociales (IVSS). María Azuaje tiene 52 años de edad, vive en San Mateo y ya lleva más de diez años en ese viacrucis que significa dializarse en Venezuela.
Por Carmen Elisa Pecorelli / LaPatilla
María recibe diálisis tres veces por semana, no posee vehículo y le corresponde ir a Diálisis Aragua, un centro de pacientes renales ubicado en pleno centro de la ciudad de Maracay. “Tengo que agarrar dos buses de ida y dos de regreso para cumplir con mi tratamiento, pidiéndole a Dios que todo salga bien y que consiga servicio de transporte”, contó María.
Ella vive en el ayuntamiento La Vega de San Mateo, que es una zona alejada del pueblo, por lo que debe caminar un largo trecho para llegar a la avenida donde espera el bus que la traslada hasta una parada donde toma otro bus que va directo al centro de Maracay.
Cada pasaje le cuesta el equivalente a medio dólar, es decir, las veces que asiste al centro de diálisis gasta dos dólares solo por concepto de transporte público. Debe llevar agua, alimentos y algo más de dinero por si acaso falta algún insumo que sea accesible de adquirir.
“Me siento fatigada. Son 10 años en lo mismo. A veces pierdo el viaje, porque falta algún insumo o medicamento”, explicó María. Ella vive sola, pues como muchas madres venezolanas, su hijo emigró a Chile en la búsqueda de una mejor calidad de vida. Él es quien la ayuda económicamente para poder comer y costear su tratamiento. Y esta es apenas una historia de muchas similares que existen en la región.
Fallan los insumos
En Aragua han sido frecuentes las protestas en los últimos meses por falta de algún insumo en los centros de diálisis. El 19 de noviembre del año en curso se produjo una tranca en plena avenida Bolívar de Maracay, pues los mismos pacientes renales salieron a las calles a exigir el tratamiento completo para poder dializarse.
En esa oportunidad no había sodio para realizarse el tratamiento. Después de más de una hora en pleno sol, una comisión del seguro social llegó con unas pocas dosis para solventar momentáneamente la situación.
Hipólito León, acostado en la cama donde le realizan la diálisis, criticó: “Aquí lo que está pasando es que no hay control, no hay supervisión. Las enfermeras trabajan a la hora que les da la gana, llegan tarde”, refiriéndose al centro de Diálisis Aragua.
León contó que las irregularidades ocurren desde hace tiempo. “Un día falta el sodio, otro día el agua y así… Y a uno lo dejan ahí, hasta que el cuerpo aguante”.
El pasado año cerraron el centro de diálisis Cagua en el municipio Sucre. Lamentablemente no se pudo mantener abierto por varias razones. No llegaban los insumos, por la lejanía del lugar no llegaban las enfermeras, no había médicos y los equipos se fueron dañando por falta de mantenimiento.
Esto ocasionó otros problemas, pues la mayoría de las personas eran de localidades aledañas, fueron referidas a tres centros de diálisis que aún están activos en Maracay. Para muchos se hace cuesta arriba trasladarse, y otros por falta de recursos no están cumpliendo con su tratamiento.
Más de 150 pacientes renales dependientes del centro de diálisis ubicado en la avenida Intercomunal de Turmero temen por sus vidas. La planta eléctrica del lugar se dañó desde hace ocho meses aproximadamente y las interrupciones del servicio eléctrico son frecuentes. Esta grave situación implica que el proceso de tratamiento de los pacientes renales sea interrumpido muchas veces.
Gustavo Pacheco tiene más de 12 años con tratamiento renal. Informó que han solicitado una planta eléctrica ante las autoridades del centro, pero la respuesta es “no hay recursos”, a pesar de que su costo es de aproximadamente 700 dólares, un monto ínfimo si se considera que lo que está en juego son vidas humanas.
Por otra parte, denunciaron que desde hace varios meses fueron asignados efectivos militares al cuidado de ese recinto y los pacientes solo han recibido malos tratos de estos funcionarios.
Tratamientos incompletos
En Aragua quedan abiertos los siguientes centros de diálisis: Hospital Central de Maracay que atiende unos 100 pacientes, el Centro de Diálisis Aragua con más de 150 pacientes y el Centro de Diálisis Fresanius en la avenida Intercomunal con alrededor de 100 pacientes.
Han sido diversas las irregularidades relacionadas con los pacientes renales y denunciadas a nivel nacional. Francisco Valencia, director de Codevida, manifestó el pasado 24 de noviembre que la aplicación del complejo B12 a pacientes de diálisis en Barquisimeto, supuestamente estaba generando reacciones como hipotermia, hipertensión, dolor de cabeza y dolor muscular. El llamado fue directamente al IVSS para que revisara las condiciones de este medicamento.
Por su parte, Reymer Villamizar, director y miembro de Amigos Trasplantados, informó que los estados más perjudicados son Lara y Aragua. “En este momento hay una escasez de bicarbonato“. Villamizar manifestó que la cantidad que están enviando a los centros de diálisis son para dos días como máximo. Si a eso se le suma los problemas con el suministro de gasolina, el transporte público, entre otros, es evidente la situación tan precaria que padecen los enfermos renales.
Una de las consecuencias de esto es la disminución del tiempo de diálisis en cada paciente. Precisó que el tiempo estándar a nivel mundial para realizarse una diálisis es de cuatro horas por paciente, y en Venezuela por la crisis que se vive se les está aplicando entre dos a tres horas, es decir, un tratamiento incompleto que no asegura la mejoría programada para el paciente.
En Venezuela hasta el año 2020 había un registro de 5.600 personas con tratamiento de diálisis. En 2017 había 15.000 pacientes renales. Los trasplantes están suspendidos desde hace cuatro años. Según Reymer, difícilmente esos pacientes se hayan ido a otro país, por lo cual se deduce que han sido miles de venezolanos con este padecimiento que han fallecido.
“Estamos viviendo una situación muy difícil”, insistió Villamizar. En el estado Aragua deberían estar activas en diálisis unas 500 personas, pero los centros de salud que aplican este tratamiento tienen capacidad para unos 350 pacientes.