El gobierno saliente del municipio Mariño dejó la ciudad de Porlamar llena de huecos y basura por todas partes.
Hazel Guédez/La Patilla
En la zona comercial como la avenida Santiago Mariño y sus calles aledañas muestran hasta basureros a cielo abierto, razón por la cual los pocos comerciantes que quedan activos en esa zona, esperan ansiosos por la llegada de un alcalde de oposición, para ver si corren con mejor suerte y son atendidos por la nueva autoridad municipal.
José Eduardo Rodríguez, encargado de una de las pocas tiendas cercanas a las avenidas 4 de Mayo y Santiago Mariño, expresó descontento por la situación en que se encuentran las calles ya en los albores de la temporada decembrina.
“Tenemos muchas expectativas en que podamos tener visitas de gente para comprar, pero las autoridades del municipio han debido garantizar la mejor cara de la ciudad comercial más importante de Nueva Esparta”, acotó el regente.
Celinda Marcano, comerciante ubicada en la misma avenida, lamentó la indiferencia del alcalde Francisco González, quien fue defenestrado por la venta irregular de un parque de bolsillo, donde construyeron la sucursal de una cadena de supermercados.
“Así como vendió esos terrenos, ha debido ocuparse más de la ciudad. Esto parece una ciudad olvidada. Quebró muchos comerciantes con los elevados impuestos municipales y nunca nos retribuyó con mejores espacios públicos”, enfatizó la comerciante.
Es válido mencionar que más del 90% de los locales comerciales en las avenidas 4 de Mayo y Santiago Mariño, han cerrado definitivamente sus santamarías. Solamente en la Santiago Mariño hay 120 locales cerrados.