El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, advirtió hoy que su país tomará partido en favor de Rusia en caso de que las potencias occidentales desaten una guerra en las fronteras rusas.
“Ellos entienden perfectamente que si de nuevo lanzan una guerrita en el Donbás (este de Ucrania) o en otro lugar de la frontera con Rusia, Bielorrusia no permanecerá al margen”, dijo Lukashenko durante una reunión sobre la seguridad militar del país, según informa la agencia BELTA.
Lukashenko, que presidió la reunión en uniforme militar, subrayó que ese es el motivo por el que la OTAN ha comenzado reforzar su frontera septentrional.
“Está claro en qué bando estará Bielorrusia”, subrayó el presidente, quien estimó en unos 8.000 los efectivos del contingente militar occidental desplegado en la frontera con Polonia y los países bálticos.
Desveló que ha encargado al ministro de Defensa y al servicio estatal de fronteras que elaboren un plan de respuesta en caso de agresión.
“No estoy dramatizando la situación (…), pero debe haber una respuesta adecuada. Esa es nuestra misión (…) Estamos dispuestos a dialogar. Pero si alguien viene con la espada o con el fusil, tenemos con qué responder”, dijo.
Al respecto, destacó la existencia de varias unidades especiales de reacción rápida que pueden ser desplegadas en “cualquier punto de Bielorrusia en el plazo de tres horas”.
También acusó a Occidente de inventarse unos supuestos planes de agresión de Rusia contra Ucrania y le retó a poner “sobre la mesa” pruebas que confirman esa tesis.
En cuanto a la crisis migratoria con Polonia y los países bálticos, denunció que en la frontera con Lituania ha sido encontrado un inmigrante muerto.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, denunció el viernes los preparativos de un golpe de Estado en Kiev para el 1 de diciembre.
Según Zelenski, en esa posible asonada estaría involucrado el multimillonario ucraniano Rinat Ajmétov, el hombre más rico del país y el oligarca más influyente del Donbás.
La pasada semana medios ucranianos y estadounidenses alertaron sobre un posible ataque ruso durante el invierno basándose en la concentración de más de 90.000 militares rusos en la frontera.
La eventual invasión se produciría desde diferentes flancos, incluido el este separatista de Ucrania y la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, pidió el domingo a Rusia una desescalada ante la “muy preocupante” presencia militar rusa en la frontera ucraniana.
Recientemente, Rusia y Bielorrusia acordaron prolongar en 25 años la presencia militar rusa en territorio de la antigua república soviética, a lo que hay que sumar el sistema conjunto de defensa antiáerea.
Lukashenko aseguró a principios de septiembre que Minsk recibiría en breve varias decenas de cazas rusos (Su-30CM), helicópteros, baterías antiaéreas y, posiblemente, sistemas S-400.
EFE