El encarecimiento de los precios de los alimentos en el mundo comienza a pasar factura en las economías de América Latina, a las que, golpeadas por la pandemia, les cuesta recuperarse y ponerse en marcha. Por supuesto, para Venezuela, con cuatro años consecutivos de hiperinflación y políticas cambiarias a la orden del día, la situación es mucho más aguda.
Por ANA RODRÍGUEZ BRAZÓN | EL TIEMPO
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en su índice de precios de los alimentos, ubica en 30 por ciento el aumento para el período 2020 a nivel mundial, siendo el más alto desde 2011. En Venezuela, el incremento se sitúa en 42 por ciento, muy por encima de la media, lo que lo convierte en uno de los países más caros del mundo.
Según el economista venezolano Ángel Alvarado, integrante y fundador del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), organismo independiente creado para monitorear la inflación, los precios, la canasta alimentaria y datos que no son proporcionados por el Banco Central de Venezuela (BCV), además del aumento de 42 por ciento en los precios de los alimentos, el reajuste de los combustibles en el país y la sobrevaluación del tipo de cambio debido al encaje legal, han llevado a que en Venezuela sea cada vez más costos sobrevivir.
Un panorama que se agravará en cuestión de tiempo, puesto que el régimen de Nicolás Maduro eliminará la exención de los aranceles de 600 productos importados. Lo que si bien estaba previsto para que entrara en vigencia desde el 1.º de diciembre, se postergó para después del 31 de este mes. Para Alvarado, eso se traducirá en “un aumento de 16 por ciento en el precio de algunos alimentos”.
El experto resalta que el fin de la hiperinflación que pudiera darse en el país por las medidas gubernamentales no necesariamente significará una mejora de la capacidad de compra de los ciudadanos.
“Es necesario impulsar políticas que fomenten la competencia interna y externa para hacer más competitiva la industria nacional y hacer más económico el costo de vida en el país”, sentencia el economista.
Datos ofrecidos por el OVF exponen que para octubre la inflación en Venezuela fue de 8,1 por ciento, la interanual se ubicó en 1.258 por ciento y la acumulada en 576,3 por ciento. El rubro que mostró mayor variación fue esparcimiento, con 19,2 por ciento, seguido por educación (11,8 por ciento), transporte (11,3 por ciento) y bebidas alcohólicas con (10,5 por ciento).
El precio de la canasta de alimentos en divisas alcanzó su máximo histórico de 343,75 dólares para una familia de cinco miembros, con una variación de 12,77 por ciento respecto a la del mes anterior, ubicada en 304,83 dólares.
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