El Salvador recuerda este diciembre a los 986 asesinados en la peor masacre militar de América Latina ocurrida en 1981. Las reparaciones a los daños de las víctimas continúan siendo la mayor deuda del Estado salvadoreño. Así lo reseñó Voz de América.
Las tropas del batallón Atlacatl, de la Fuerza Armada de El Salvador, arribaron el 10, 11 y 12 de diciembre de 1981 a los caseríos El Mozote, La Joya, Los Toriles, Ranchería y Cerro Pando en el departamento de Morazán; y en un fuerte operativo, producto de la guerra civil entre el estado salvadoreño y las fuerzas guerrilleras, el contingente militar masacró a más de 986 personas civiles, entre ellos 552 niños.
Durante diciembre, El Salvador recuerda a los asesinados con más ímpetu que nunca. De todas las masacres que vivió el país centroamericano, la de El Mozote y lugares aledaños ha sido la más difícil en su historia, un capítulo que los militares de la época llamaron “Tierra arrasada”.
Estos son los rostros de algunos pobladores que sobrevivieron a la matanza, y que tras convertirse en desplazados durante los 12 años que duró la guerra, volvieron a sus pueblos ha comenzar de cero.