El exarquero del seleccionado colombiano René Higuita, quien actualmente se dedica a la explotación ganadera en su país, reveló que estaba siendo forzado a pagar sumas mensuales a grupos vinculados con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los sectores disidentes de las desarticuladas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y convocó a los líderes de esas organizaciones armadas a una reunión para alcanzar un acuerdo económico.
Por: Clarín
Desde su finca ubicada en Puerto Berrío, en la subregión del Magdalena Medio del departamento de Antioquia (180 kilómetros al este de su Medellín natal), Higuita, de 55 años, hizo llegar esta propuesta a través de un video publicado en sus cuentas de Twitter e Instagram.
“Un saludo a los jefes de los grupos de las FARC y el ELN acá en el Magdalena Medio. Ya no solamente hay que pagar el impuesto en la ciudad, sino acá en el monte. Y no solamente uno, sino dos. A nosotros como ganaderos, como gente que hace rato estamos en esta región, nos está quedando bastante difícil”, reconoció el exguardavalla, montado sobre un caballo.
Ante esa situación, el exfutbolista, que participó con el seleccionado de su país en el Mundial de Italia 1990, solicitó una “audiencia” con los dirigentes de las organizaciones. “Estamos dispuestos, a la hora que quieran, para que dialoguemos y hagamos más sostenible la situación en este paraíso”, explicó.
La situación que expuso el exarquero de Atlético Nacional, Millonarios e Independiente Medellín, entre otros clubes, no es exclusiva ni novedosa. Pese a la firma del tratado de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en septiembre de 2016, que puso fin a un conflicto de más de medio siglo, grupos armados de distinta raíz siguen actuando en vastas zonas del país (sobre todo, en áreas rurales).
Algunos de esos comandos están liderados por integrantes de las FARC que no adhirieron al proceso de paz o que renunciaron a él en pleno transcurso. Otros pertenecen al ELN, que pese a varios intentos durante los últimos 30 años, nunca alcanzó a firmar un acuerdo con el Gobierno. Y algunos, menos numerosos, integran el Ejército Popular de Liberación (EPL), principalmente en la frontera con Venezuela.
Pero estos sectores inicialmente inspirados por el ideario marxista-leninista (más allá de sus posteriores desviaciones) no son los únicos que operan en las regiones campesinas. También actúan grupos residuales de las Autodefensas Unidas de Colombia, organizaciones paramilitares de extrema derecha nacidas en la década de 1980 y desmovilizadas en 2003. Algunos de sus integrantes se reciclaron en nuevas organizaciones que viven del narcotráfico, la trata de personas y el cobro de extorsiones. La más importante es el Clan del Golfo, también conocido como Autodefensas Gaitanistas de Colombia.
En ese contexto surgió la propuesta de diálogo de Higuita, quien recibió fuertes cuestionamientos en sus publicaciones en Twitter e Instagram por instar a esta salida y no radicar una denuncia por extorsión.
https://twitter.com/higuitarene/status/1475856148020428803?t=L4VuPwuH6fFwCcvrboootg&s=19