La historia de Candyman, el clásico de terror de los años 90 que sirve como una especie de precuela para la nueva película de Jordan Peele, es una locura, pero no es tan loca o aterradora como los casos reales de asesinato y linchamiento en los que el famoso villano y la leyenda tienen su origen.
Por GQ México
La película Candyman no está inspirada en historias sobrenaturales, pero no te engañes, eso no quiere decir que no sean tan aterradoras (o más) como los eventos de la película.
La versión de los 90 sigue al personaje de Helen Lyle, una estudiante que decide comenzar una investigación sobre las leyendas de Candyman, pensando que tenían que ser falsas o una leyenda que le cuentan a los niños para asustarlos. Helen rápidamente descubre que ese no es el caso y comienza a ser acosada por el espíritu maligno al que despertó durante su investigación.
Helen descubre que hay cosas muy oscuras detrás de la leyenda del asesino que mata a sus víctimas usando un gancho oxidado, y en el proceso descubre la dura realidad a la que se enfrenta la comunidad afroamericana de Chicago, pasando por la pobreza, la indiferencia y el abuso de drogas, y nada de eso es tan aterrador como lo hay detrás del personaje del clásico y de la nueva película de terror de Jordan Peele (que ya tiene unas cuantas películas en la lista de las mejores de la década).
La primera historia que se conecta con la película es la de Ruthie Mae McCoy, una mujer de Chicago que sufría una enfermedad y fue encontrada asesinada. Una noche de abril de 1987, Ruthie llamó a la policía para pedir ayuda, ella les explicó que alguien estaba intentando derribar el espejo de su baño para entrar en su casa, pero la persona que recibió la llamada estaba confundida y pensó que Ruthie debía estar loca.
Ruthie estaba en lo correcto, existía un pasaje pequeño entre las paredes de su edificio de departamentos y los ladrones los usaban para meterse a las casas a robar sin ser detectados. Los vecinos de Ruthie reportaron haber escuchado disparos desde el departamento, pero la policía decidió no entrar a la fuerza para que no fueran a demandarlos. Finalmente, el personal de mantenimiento del edificio derribó la puerta, pero ya era tarde, encontraron a Ruthie muerta con 4 disparos.
En la película, la primera víctima de Candyman es Ruthie Jeane, una mujer que es asesinada por alguien que fue asesinada por alguien que entra a su departamento a través del espejo del baño. Se cree que esta referencia al caso acabó en la película porque el director Bernard Rose se enteró del caso y quiso agregarlo a la historia.
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