A pesar de llevar miles de años manipulando los árboles frutales para crear cientos de miles de variedades de cada fruto, este fenómeno se trata de algo natural y casi mágico. Tras una tormenta de lluvia helada, Sietsema descubrió las manzanas fantasma y comprobó que el agua que caía del cielo, se congelaba al instante.
Por La Vanguardia
La lluvia, al congelarse nada más caer, crea una finísima capa de agua helada alrededor de las manzanas, es decir, las cubre mientras se congela al momento. De esta manera, el molde ya está hecho pero lo extraño es el paradero de la manzana real, entonces ¿qué ha sido de ella?. La profesora de agricultura Susan Brown, de la Universidad de Cornell, explica que el punto de congelación de una manzana es más bajo que el del agua.
El punto de congelación de las manzanas explicaría que estas se convierten en una papilla líquida, escurriéndose finalmente del molde de hielo. Al caer el fruto real al suelo, queda la fina capa de hielo transparente con la forma exacta de la manzana. Lo cierto es que la silueta impresiona, por ello a este fenómeno se le conoce como manzana fantasma.
