Estados Unidos fue el mayor exportador de gas natural licuado del mundo el mes pasado por primera vez en su historia, ya que los distintos proyectos aumentaron la producción y las entregas se incrementaron en una Europa necesitada de energía
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La producción de las instalaciones estadounidenses superó a la de Qatar en diciembre, debido en gran medida a un aumento de las exportaciones de las instalaciones de Sabine Pass y Freeport, según los datos de seguimiento de buques recopilados por Bloomberg. Cheniere Energy Inc. dijo el mes pasado que había conseguido su primer cargamento de una nueva unidad de producción en su planta de Sabine Pass.
La revolución del gas de lutitas, unida a las inversiones de miles de millones de dólares en instalaciones de licuefacción, ha transformado a Estados Unidos de importador neto de GNL a uno de los principales exportadores en menos de una década.
La producción de gas natural en Estados Unidos ha aumentado aproximadamente un 70% desde 2010 después de que una mezcla de perforaciones horizontales y fracturación hidráulica desbloqueara los suministros de las formaciones de lutitas en todo el país.
El primer cargamento de GNL estadounidense producido a partir de gas de lutitas se envió en 2016, y se espera que el país tenga la mayor capacidad de exportación del mundo a finales de 2022 tras la puesta en marcha de nuevas unidades, según la U.S. Energy Information Administration.
El liderazgo puede ser de corta duración
Sin embargo, la posición de Estados Unidos como principal expedidor de GNL puede ser efímera. Las exportaciones se situaron apenas por encima de las de Qatar y Australia, y cualquier problema de producción podría afectar a la clasificación.
La producción estadounidense superó a la de Qatar y Australia en diciembre, según los datos obtenidos de los sistemas de seguimiento de buques
A más largo plazo, Qatar está planeando un gigantesco proyecto de exportación de GNL que entrará en funcionamiento a finales de la década de 2020, lo que podría consolidar al país de Oriente Medio como el principal proveedor de este combustible.
Mientras tanto, el aumento de las exportaciones de GNL de EE.UU. contribuirá a aliviar la crisis de suministro mundial. Europa se enfrenta a una crisis energética invernal, ya que las empresas de servicios públicos se enfrentan a unas reservas de gas natural estacionalmente bajas.
Los compradores extranjeros adquirieron el 13% de la producción de gas estadounidense en diciembre, lo que supone un aumento de siete veces respecto a cinco años antes, cuando aún no existía la mayor parte de la infraestructura necesaria para enviar el combustible fuera del país.