El Audi RS Q e-tron generó una verdadera conmoción en el Rally Dakar 2022, ya que se trató del primer auto eléctrico en ganar una etapa en la carrera más dura del mundo. La sorpresa se apoderó de todos porque nadie se imaginaba que este vehículo iba a ser tan competitivo. Pero el español Carlos Sainz pudo llevarlo al primer puesto, al menos en uno de los doce parciales que comprende la carrera en Arabia Saudita. El coche está haciendo historia y fue diseñado por un argentino, Juan Manuel Díaz. Infobae charló con él para conocer los secretos del revolucionario coche.
Por: Infobae
El auto es la gran apuesta de la casa alemana que aspira desarrollar la motorización eléctrica y qué mejor banco de prueba que en la competición deportiva donde dicha firma ha cosechado grandes éxitos cada vez que irrumpió en alguna categoría internacional. Como ocurrió en el Rally Mundial con su épico Quattro de la década del ochenta, que ganó dos títulos de Pilotos y dos de Constructores, o sus 13 victorias en las 24 Horas de Le Mans y dos campeonatos en el Mundial de Endurance.
“En 1998 me fui a estudiar al Instituto Europeo de Diseño y después empecé a trabajar en Alfa Romeo. Llegué a ser jefe de exteriores de la marca y tras un breve paso por SEAT en 2012 entré en Audi en la línea de autos de producción y en 2016 pasé a la parte de motorsport (deporte motor)”, explica.
Juan tiene 47 años, vive en Europa, pero no olvida sus afectos en su Rosario natal y se encuentra allí de vacaciones hasta el 7 de enero. En charla con este medio contó detalles del coche que hizo historia. “El auto del Dakar fue un pedido de la alta gerencia de marketing que quisieron volver a las carreras de larga duración: uno es su retorno al Mundial de Endurance (WEC) e intentar volver a ganar las 24 Horas de Le Mans y el otro era incursionar en el Rally Dakar con un auto eléctrico”, explica.
En solo diez meses el coche estuvo terminado. “Comenzamos en octubre de 2020 y empecé con un dibujo sobre un papel, en diez días armamos el boceto y noviembre se hizo la presentación. En motorsport somos cinco diseñadores, se hizo la presentación y eligieron mi propuesta. Luego se sumó un diseñador de exteriores, todo en dos meses”, cuenta.
“Hacia enero de 2021 se terminó de diseñar, trabajamos con ingenieros aeronáuticos que están dentro de Audi y en agosto estuvo listo el coche. En autos de producción tenés un año y medio y acá lo armamos en nueve meses”, destaca.
Juan afirma que “la parte de diseño se trabajó unas 200 horas y de ingeniería cinco veces más. Se logró con un trabajo en equipo con tecnología aplicada donde trabajaron tres diseñadores y 12 ingenieros para su construcción. Ayudó mucho la experiencia con el equipo de la Fórmula E (Audi fue uno de las primeras escuderías en la categoría de autos eléctricos). También se sumaron ingenieros del DTM (Campeonato Alemán de Turismo)”.
El auto es impactante por su magnitud, su área frontal, su color gris con las líneas rojas flúor, las sutiles luces traseras con la aleta aerodinámica y el agudo sonido de sus motores eléctricos, le dan un aspecto de “nave espacial”. Díaz comparte esa idea y hasta confesó cómo lo llama al auto: “Es un ‘OVNI’ y a veces vuela. Cuando lo ves en carrera es más impactante. Cada vez que me cuentan cómo reacciona la gente cuando ve el auto, cómo se sorprende, es una enorme satisfacción porque buscábamos este factor sorpresa y la idea era cambiar las reglas del juego”.
En el Rally Dakar no es común que un coche que se estrene gané o sea competitivo. Lo supo Volkswagen, cuyo grupo es dueña de Audi, que debutó en 2007 y ganó en su segunda presentación cuando la legendaria carrera llegó a Sudamérica en 2009 y luego repitió hasta 2011 inclusive. En 2008 no se corrió por las amenazas terroristas de Al-Qaeda. Otro caso fue Peugeot cuando volvió en 2015 y pudo vencer entre 2016 y 2018.
No obstante, en su estreno absoluto en la mítica competencia el coche eléctrico germano se mostró competitivo de entrada y en la parte B de la etapa 1 fue tercero, repitió ese resultado en la etapa 2 y 4, mientras que en la etapa 3 logró el triunfo. Todos estos resultados fueron con el Matador Sainz.
Sobre las claves de por qué el coche fue competitivo de entrada y con una energía alternativa, Díaz argumentó: “En Audi hay muchos ingenieros que trabajaron en el equipo de Le Mans. No sé si nos imaginábamos ganar una etapa con tan poco tiempo de prueba., pero en la fábrica se piensa y trabaja con mentalidad ganadora. Ellos no quisieron entrar en el Dakar titubeando, sino siendo competitivos. Si bien tuvimos presión siempre nos sentimos cómodos. Es una apuesta en grande como lo será el auto para volver a correr en Le Mans. Si el vehículo va bien y gana eso ayuda a posicionar la marca”.
Además, destacó a los pilotos, el español Carlos Sainz (bicampeón mundial de rally y tres veces ganador del Dakar), Stéphane Peterhansel (el más ganador en la historia del Dakar con 14 triunfos) y Mattias Ekström (histórico piloto de la marca y bicampeón del DTM). De uno de ellos recuerda una anécdota graciosa: “Un día estábamos armando el auto y estaba una persona y yo no sabía quién era. Se subió al auto y de manera muy tímida me dijo que le gustaba. En ese momento saludó y se fue y uno de los ingenieros me dice ese ‘ese es Peterhansel’ (risas). El tipo que más Rally Dakar ganó, elogió el coche y yo no tenía idea de él”.
Infobae también pudo hablar con Sainz quien mostró su satisfacción por el rendimiento del coche eléctrico. “Contentos como está yendo la carrera a nivel de performance, no tan contentos con lo que pasó el primer día por el tiempo que perdimos con el roadbook (hoja de ruta), claramente no estaba bien. Todavía sorprendido de que no cancelasen esa sección, pero lo demás contento con el coche, satisfecho, hay que pensar que no habíamos corrido nunca con él”, dijo el Matador, quien fue uno de los que se quejó por los problemas que hubo el domingo con la hoja de ruta.
Respecto de las características del auto, Díaz indicó: “La idea era aprovechar las proporciones y la toma de aire en el techo, que es muy grande. Nos pidieron que acomodemos la silueta del auto para que tengan relación con los Q8 que son los SUV tradicionales de la marca. Lo más difícil era hacerlo parecer un Audi, pero lo logramos. Tampoco había lugar para poner las luces, aunque lo encontramos. La trompa se cierra mucho desde la cabina y trabajamos mucho para que el piloto pudiera tener la mayor visibilidad. Cuando diseñás el auto era una idea que luego se fue corrigiendo y hubo muchas pruebas aerodinámicas. Lo bueno es que nos dieron mucha libertad porque nos permitieron hacer una cabina muy chica. El auto vive de las proporciones y de las sorpresas”.
La casa de Ingolstadt es pionera en el desarrollo de tecnologías con sus autos y consiguió el primer triunfo con la mecánica TDI (Turbo inyección directa) en 2006, un tipo de mecánica con la que también ganó en Le Mans. Apostó a las energías alternativas cuando entró en la Fórmula E en 2014 y en el caso del RS Q e-tron, tiene un motor a combustión que carga las baterías de los tres motores eléctricos.
Respecto de las complicaciones que tuvieron para su construcción, afirmó que fueron “los tiempos para armarlo porque cada parte tiene su particularidad”.
Por otro lado, Díaz confesó: “Me gustaba el automovilismo, pero no era tan fanático. Me atraen más los autos de calle y me enamoré de ellos a los 14 años cuando vi el Gringo de IES (Industrias Eduardo Sal-Lari) en una exposición en La Rural de Palermo. Pienso que la naturaleza para que las cosas salgan bien es que siempre está la pasión dentro de lo que uno hace”.
Juan Manuel se muestra con mucha humildad y más allá de triunfar a lo grande en Europa y ser el padre del auto que está haciendo historia en el Rally Dakar, tiene claro cuáles fueron las bases de su éxito y lo respondió cuando se le preguntó qué sintió cuando vio el Audi terminado. “Mucho orgullo y me acordé de mi familia, que me ayudó mucho cuando me fui a vivir a Europa y dentro de la incertidumbre de mandarme a una vida totalmente nueva para mí estuvo la banca de ellos”.