El régimen sandinista confirmó quiénes asistirán al acto del próximo lunes, en medio del desconocimiento de la UE, EEUU y decenas de países democráticos. El gobierno de Alberto Férnandez estará representado por su embajador en Managua.
Por infobae.com
China, Corea del Norte, Irán, Rusia, Siria, Argentina, México, Cuba, Venezuela enviarán una delegación el próximo lunes a la ceremonia de investidura del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, reelegido en noviembre en unos comicios que no han sido reconocidos por buena parte de la comunidad internacional, incluido EEUU.
El Gobierno nicaragüense informó este viernes que Bielorrusia, Bolivia, Turquía, y Vietnam también enviarán una representación oficial a la toma de posesión de Ortega, que asumirá su quinto mandato de cinco años, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa Rosario Murillo como vicepresidenta.
Murillo, también primera dama, reveló a través de medios oficiales que China estará representada por Cao Jianming, vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular (ANP, el Legislativo chino), en calidad de enviado especial del presidente, Xi Jinping.
La delegación iraní será encabezada por el vicepresidente de Asuntos Económicos de la República Islámica de Irán, Moshen Rezai, indicó.
Murillo aseguró que la investidura de Ortega contará también con la presencia de varios cancilleres, y mencionó a los ministros de Relaciones Exteriores de Bolivia, México, Palestina, y la República Árabe Saharaui Democrática. En esa lista, la primera dama incluyó a la Argentina sin embargo, según supo Infobae, el representante de Alberto Fernández no será el canciller Santiago Cafiero ya que no se enviará una delegación especial desde Buenos Aires. Quien sí asistirá será el embajador en Managua, Daniel Capitanich.
La relación entre el gobierno de Fernández y el régimen de Ortega es un ida y vuelta constante. El 8 de noviembre pasado emitió una declaración en la que evitó condenar los comicios fraudulentos, el 13 del mismo mes acompañó en la Asamblea General de la OEA un proyecto de Resolución avalado por Estados Unidos y otros 8 países que condenaba la farsa electoral montada por Daniel Ortega. Así, cuando parecía aljarse de los sandinistas, decidió reponer a su embajado en Managua. Y ayer logró que el régimen de Ortega respaldara -tras la mediación de las dictaduras de Cuba y Venezuela- su candidatura para la presidencia pro tempore de la Celac.
Un mandato sin legitimidad
El exguerrillero sandinista, de 76 años, asumirá el próximo lunes su quinto mandato y cuarto consecutivo, junto con su esposa y vicepresidenta, en un acto que se celebrará en la Plaza de la Revolución, en Managua.
Diversas organizaciones opositoras han convocado una jornada de protesta en varios países bajo el lema “Nicaragua no tiene Gobierno ni poderes legítimos del Estado”.
Ortega se encuentra en el poder desde el 2007 tras haber coordinado una Junta de Gobierno de 1979 a 1985 y presidir por primera vez el país de 1985 a 1990.
Se impuso en noviembre pasado en unas elecciones en las que no participaron sus rivales políticos porque, en los meses anteriores, el régimen sandinista disolvió tres partidos políticos y arrestó a más de 40 dirigentes opositores, entre ellos siete aspirantes presidenciales, incluida la independiente Cristiana Chamorro, la favorita, según las encuestas.
En reacción, la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó una resolución en la que aseguraba que esos comicios carecieron de “legitimidad democrática” y no fueron ni libres, ni justos, ni transparentes.
En tanto Estados Unidos calificó de la elección de “pantomima”, y la Unión Europea (UE) de “fake”.
Acto seguido, el Gobierno de Ortega acusó de “injerencia” al organismo hemisférico y denunció la Carta de la OEA, su documento fundacional firmado en 1948, un proceso que llevará dos años para que se haga efectiva.
Al acto del lunes, también asistirán como invitados el expresidente guatemalteco y ex secretario general del Sistema de la Integración Centroamericana (Sica), Vinicio Cerezo; y representantes de la secretaría de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
Otros invitados son representantes de partidos políticos, movimientos sociales, activistas y periodistas de diferentes países del mundo, de acuerdo con la información.